¿Alguna vez has pasado por la zona de las tetinas en el supermercado o en una tienda especializada? La variedad es tan grande que es capaz de marear a cualquiera, sobre todo si eres madre primeriza… o no has usado biberones en tu vida. Por eso, te contamos todo lo que necesitas saber sobre los diferentes tipos de tetinas. ¿Estás list@?
Los materiales de las tetinas
En primer lugar, las tetinas se pueden clasificar según el material en el que están elaboradas. Estas pueden ser de látex o de silicona.
Las tetinas de látex utilizan materiales naturales. Reconocerlas es muy fácil porque se ven de color anaranjado (son las que usamos nosotros cuando éramos pequeños). Su desventaja es que con el uso pueden sufrir un desgaste que se aprecia a través de olores y una sensación pegajosa al tocarlas.
Su textura suele ser más blanda que las de silicona. ¿Será mejor o peor para tu bebé? Pues depende de sus gustos…
Por su parte, las tetinas de silicona son transparentes y no se deterioran con el paso del tiempo, aunque sí es cierto que deberías tener más cuidado al lavarlas, ya que pueden rasgarse. De hecho, ¡cuando tu hijo corte los primeros dientes es probable que logre “herir” estas tetinas con ellos.
La forma de las tetinas
Las tetinas se diferencian también por su formato. Mientras algunas tienen una forma inclinada, otras son totalmente verticales. Las tetinas anatómicas imitan el pezón materno y facilitan la lactancia mixta.
También, puedes encontrar en el mercado tetinas rectas. También existen variedades que se conocen como de tres posiciones, ya que puedes modular el flujo según la posición en la que coloques el biberón; es decir que el flujo varía según cómo gires el biberón. Un buen ejemplo de esta variedad es la tetina de silicona de Suavinex.
Por otra parte, encontrarás tetinas anticólicos, como las Natural Feeling de Chicco, diseñadas para dejar pasar menor cantidad de aire y minimizar esta molestia en tu bebé.
Finalmente, existen tetinas especiales antiderrame y tetinas para papillas que tienen boquillas en forma de estrella o con tetina redonda; estas tienen agujeros mayores para dejar pasar el puré o los cereales.
El tamaño de la tetina
Las tetinas se dividen, también, en tetinas de boca estrecha y de boca ancha. Las primeras se usan en los biberones tradicionales (los de toda la vida, que son más alargados) y las segundas, en los biberones más modernos (más anchos).
El tipo de flujo de las tetinas
¿Sabes qué es el flujo de una tetina? Es, básicamente, la cantidad de líquido que pasa por el orificio cuando el bebé succiona. Así, las tetinas se pueden clasificar en: flujo lento, medio y rápido.
Las tetinas de flujo lento son utilizadas para recién nacidos, quienes necesitan alimentarse lentamente para evitar reflujos o ahogamientos. También son ideales para aquellos niños que tragan aire o que tienen algún problema a la hora de alimentarse.
A medida que el bebé crece, se va convirtiendo en un experto y reclama comida de forma más rápida. A partir de los 3 meses, se suele pasar entonces a una tetina de flujo medio.
Finalmente, cuando hablamos de bebés mayores, la tetina a utilizar es la de flujo rápido. ¡Verás que en un minuto tu hijo ya se ha bebido todo su biberón al utilizar esta opción!
Por último, merece la pena mencionar una nueva variante que es más nueva: la tetina de flujo variable, cuyo sistema se diseñó para que se adapte al estilo de succión del bebé y regule, así, el flujo de leche.
¿Cómo elegir la tetina perfecta?
La elección dependerá de las necesidades y preferencias de tu peque. No es lo mismo llevar a cabo una lactancia mixta que solamente de fórmula. En el primer caso, lo mejor es optar por una tetina anatómica que ayude al bebé a mamar del pecho y del biberón sin problemas.
En cuanto al material, ¡será tu hijo el que decida! Lo ideal es dejar que el bebé pruebe ambas posibilidades (látex y silicona) y escoja una. Por eso, te recomendamos no comprar demasiadas tetinas hasta no saber cuál preferirá. Algunos bebés no demuestran preferencias, pero otros sí. De hecho, se dice que el látex proporciona una sensación más similar al pezón materno.
En cuanto al flujo, respeta siempre las recomendaciones de edad del fabricante. Un flujo rápido puede generar ahogamiento en bebés pequeños, mientras que un flujo lento puede generar ansiedad y mal humor en niños mayores. Deja que tu bebé te muestre el camino y te señale el momento de cambiar de tetina.
Por último, estáte siempre atenta a la condición de las tetinas: es importante que revises que no tengan señales de desgaste ni cortes que podrían perjudicar la salud de tu hijo. ¿Te ha quedado claro todo sobre los tipos de tetinas? Esperamos haberte ayudado a tomar la mejor decisión.