Mucho se habla sobre los síntomas de los primeros meses de embarazo. De hecho, todas las mujeres solemos investigar muchísimo al respecto cuando estamos buscando un bebé y algunas nos obsesionamos diseccionando cada sensación en la búsqueda de descubrir, antes de hacer un test, si nuestro hij@ está en camino.
¿Te sientes identificada? Nos hemos propuesto presentarte un artículo sobre los síntomas de los primeros meses de embarazo. Hablaremos, por supuesto, de los cambios físicos, pero también de esas modificaciones y cambios que no se ven. ¿Nos acompañas?
20 síntomas de los primeros meses de embarazo
Lo cierto es que los síntomas de los primeros meses de embarazo varían mucho de una mujer a otra. Algunas mujeres no tienen casi síntomas y otras ¡los tienen todos! Las madres primerizas es posible que tarden un poco más en identificar algunos, mientras que aquellas que ya han cursado una gestación son capaces de darse cuenta de que están embarazadas varios días antes de la falta de la regla.
Sea cual sea tu situación, continúa leyendo y descubre esos síntomas que te acompañarán hasta el final del primer trimestre.
Cambios de humor
Este suele ser uno de los síntomas más mencionado por todas las mujeres. No obstante, las fluctuaciones de los estados de ánimo son bastante habituales cerca de la regla. De hecho, forman parte del síndrome premenstrual y, por lo tanto, es fácil confundirlos con la proximidad de la menstruación.
Las primeras semanas de embarazo suelen estar marcadas por cambios de humor que no se deben a otra cosa que al aumento de las hormonas. Es posible que te sientas feliz un momento y que llores al siguiente. No te preocupes, esto es totalmente normal y cambiará en algunas semanas.
Aversión a determinados olores
Muchas mujeres que ya han vivido una gestación son capaces de “diagnosticar” su embarazo porque notan que algunas cosas les dan asco. Este fue, por ejemplo, mi caso. Al levantarme por la mañana, me dio repugnancia el aroma del dentífrico y lo supe: mi hijo estaba en camino… y eso que aún faltaba una semana para la fecha estimada de la regla.
Sensibilidad en los pechos
El aumento de las hormonas genera una verdadera revolución corporal. Los pechos comienzan a trabajar, preparándose para alimentar al bebé y, por lo tanto, comienzan a crecer en tamaño… y se multiplica su sensibilidad. Durante el primer trimestre, es habitual que la madre sienta muy delicados sus pezones y hasta el mínimo roce le genere molestias.
Flujo vaginal abundante
Sentirse mojada continuamente no es agradable, pero es bastante habitual, también propiciado por las hormonas del embarazo. El flujo aumenta notablemente y empapa la ropa interior. No obstante, debes corroborar que no tiene ni olor ni un color desagradable.
Sangrado de implantación
Algunas mujeres se sienten desconcertadas cuando a pesar de tener algunos síntomas de embarazo, les baja la regla. Pues bien, en muchos casos no se trata realmente de la regla sino de un leve sangrado que ocurre cuando el óvulo fecundado se implanta en el útero. Tu hijo está allí, pero ese pequeño sangrado puede confundirte, sobre todo porque suele ocurrir cerca de la fecha probable de la menstruación.
Falta de regla
El síntoma por excelencia de esta etapa del embarazo es la falta de la regla. Sin lugar a dudas, es el pistoletazo de salida para hacerte un test de embarazo. Si bien algunas mujeres tienen un leve sangrado como te hemos dicho antes, la mayoría experimenta con alegría que la regla se demora y, finalmente, no llega. La felicidad está ahora en el aire.
Náuseas y vómitos
La felicidad de los primeros días tras la confirmación del embarazo puede verse empañada o diluida por la aparición de las náuseas que, en muchos casos, no son solo matutinas sino que persisten durante todo el día y llevan, incluso, a los vómitos.
Lo cierto es que todo embarazada está feliz de la vida por la gestación, pero las náuseas y los vómitos hacen difícil disfrutar del día a día. Es fácil que influyan en el estado de ánimo general, que te sientas mal, triste e, incluso, deprimida.
Otras mujeres afrontan estas molestias con una impresionante filosofía y positividad, sosteniendo que si se sienten mal, es porque el bebé está creciendo bien.
No te culpes si no te muestras tan feliz como crees que deberías estar. Estos malestares son capaces de drenar toda la energía. Pero tranquila: ¡pasarán!
Gases
Ay, ay, ay, nadie habla de los gases cuando se menciona un embarazo. En las películas y las series, las embarazadas están radiantes y reciben felicitaciones a diestro y siniestro. Sin embargo, en la vida real, los cambios hormonales afectan el sistema intestinal y pueden generar una ralentización del tránsito con la consecuente acumulación de gases.
Por supuesto, padecer de gases no resulta agradable y puede ser hasta vergonzante para la embarazada. ¿Mal de muchos, consuelo de tontos? A todas nos pasa.
Estreñimiento
Otro de los síntomas de los primeros meses de embarazo más comunes es la aparición del estreñimiento, vinculado al cambio en los intestinos explicado anteriormente. Si a eso le sumamos la ingesta de hierro extra, el combo explosivo termina contigo sufriendo por ir al baño. Beber mucha agua y moverte puede ayudarte a mejorar esta situación.
Sensación rara en el estómago
¿Sientes hambre, pero no es realmente hambre? Algunas mujeres se refieren a esta sensación como mariposas en el estómago. Es una sensación extraña que invita a comer, aunque los alimentos no la mitigan.
Ganas de orinar ¡ya mismo!
Durante los primeros meses, el útero es pequeño pero va creciendo poco a poco. Así, la vejiga se va comprimiendo y, por lo tanto, no puede almacenar tantos líquidos como es habitual y aparece una sensación urgente de tener que orinar. Esto es muy típico de las primeras semanas, ya que luego el útero se expande hacia arriba y libera un poco la vejiga, al menos hasta el tercer trimestre.
Pinchazos abdominales
Otro síntoma que suele confundirse con la llegada de la regla son las molestias abdominales que, en realidad, se relacionan con la implantación y el crecimiento uterino.
¡Un cansancio inexplicable!
Una embarazada es capaz de dormirse en cualquier momento y lugar, sin importar si se está divirtiendo o si acaba de despertarse. El cansancio no se puede manejar y da lugar a situaciones que resultan muy graciosas para la pareja. ¿Un consejo? ¡Descansa!
Sangrado de encías
El cuerpo está trabajando para que tu hijo se desarrolle correctamente. Aumenta el flujo sanguíneo y todo el organismo está un poco más sensible. No es raro que al cepillarte los dientes notes un poco de sangrado.
Congestión nasal
El aumento del flujo sanguíneo puede generar una cierta inflamación de las fosas nasales que repercute en que no puedas respirar correctamente y te sientas continuamente congestionada, a pesar de no estar resfriada.
Metal en la boca
A veces, al probar una comida que te encanta (o una bebida) te quedarás con cara de disgusto debido a un horrible sabor metálico que te invadirá la boca… esto puede suceder de forma continua; es decir que puedes tener este sabor en la boca todo el día. ¡Desaparecerá!
Mareos y vértigos
Los primeros meses del embarazo son una etapa de muchos cambios y estas modificaciones en el organismo pueden llevar a que te sientas mareada o con sensación de vértigo. ¡Puedes incluso desmayarte! Aunque esto último no es tan habitual.
Salivación excesiva
Por momentos, la boca parece repleta de líquido y aunque tragues, cada vez hay más saliva. Parece una locura, pero sucede durante las primeras semanas de la gestación.
Antojos
No son una leyenda, sino una realidad. Casi todas las mujeres sienten el deseo irrefrenable de consumir algún determinado alimento. ¿Ya tienes algún antojo?
Una montaña rusa de emociones
No hablamos solamente de cambios del estado de ánimo en relación a cómo te sientes o a aquellos que tú misma no notas. No, nos referimos a esas emociones vertiginosas que se apoderan de la embarazada durante el primer trimestre.
Felicidad, miedo, pánico, temores, alegría, emoción… Es un momento de plantearse preguntas, de leer e informarse, de dudar, de mil cosas. En fin, un periodo en el que debes reencontrarte contigo misma y hacerte un lugar con tu nueva situación. Es momento de hacer las paces con los cambios, de abrazarlos aunque den miedo, de sonreírle al futuro.
Ser mamá da muchísimo miedo, pero es el mejor regalo que podrías recibir. Disfruta cada instante, incluso esos síntomas de los primeros meses de embarazo que no resultan demasiado agradables.