El primer trimestre del embarazo engloba la sorpresa y la enorme felicidad de saber que el bebé está en camino, la ansiedad porque se note la tripita y, también, la aparición de las clásicas molestias del embarazo: las temidas náuseas y los molestos vómitos.
Los primeros tres meses del embarazo son una verdadera montaña rusa de emociones, ¡literalmente! Pero ¿qué sucede en tu cuerpo y cómo crece el bebé durante este tiempo?
- Semanas que incluye el primer trimestre del embarazo
- El bebé durante el primer trimestre
- La mamá durante el primer trimestre
- Checklist del primer trimestre
Semanas que incluye el primer trimestre del embarazo
Si hay algo difícil de comprender en un primer momento es que el embarazo se mide en semanas y estas se agrupan en trimestres.
Básicamente, el embarazo tiene tres trimestres. Siempre hablamos de que el bebé está nueve meses en la tripa y esto no es exacto, ya que en realidad un embarazo dura 40 semanas. De manera particular, el primer trimestre va desde la semana 1 (que se inicia con la regla) hasta la semana 12.
El bebé durante el primer trimestre
Durante las dos primeras semanas, en realidad ¡tu bebé aún es solo una proyección! No obstante, para poder determinar la fecha probable de parto, es necesario contar el inicio del embarazo desde la fecha del primer día de tu última regla.
Semana 1 a 4: de la preparación a la implantación
En realidad, la concepción se produce unas dos semanas tras esa fecha, en la semana 3. En ese momento, tu hijo no es más que un cigoto; es decir, la unión entre el óvulo y el espermatozoide que comienza a multiplicarse. Esa pequeña semilla cuenta con 46 cromosomas (23 de cada padre) que determinarán, entre otras cosas, su sexo, su color de ojos, de piel, de cabello, su nariz… Es decir que en la semana tres, cuando aún ni siquiera sabes que estás embarazada, tu hijo ya sabe si será niño o niña.
El cigoto se desplaza, luego, hasta el útero donde tu pequeño anidará hasta su nacimiento. Y, por supuesto, allí continúa multiplicándose hasta convertirse en un blastocito. En este punto se habla de implantación y es un momento muy importante porque de no llevarse a cabo, tu bebé no podría seguir creciendo.
Lo curioso del blastocito es que no se trata solamente de tu hijo sino también de la placenta. Como lees: la parte interna del blastocito se transformará en tu bebé y la externa le dará de comer durante todo el embarazo.
La implantación puede provocar un ligero sangrado, conocido como sangrado de implantación, que algunas mujeres confunden con un período menstrual ligero. En esta etapa temprana, el embrión está comenzando a desarrollar las capas de células que eventualmente se convertirán en los órganos y tejidos del bebé.
Semana 4 a 6: hormonas y cierra neural
Una vez tu hijo ya está cómodamente instalado en tu vientre, aparece uno de los primeros síntomas de embarazo: la falta de la regla. Alrededor de la semana 5, si tienes periodos regulares, quizá extrañes la regla y, entonces, descubras que tu bebé está en camino.
Los niveles hormonales de hCG continúan aumentando en la mamá y van asociados a cambios físicos y emocionales importantes.
En ese instante, el pequeño es ya un embrión, muy pero que muy pequeñito pero en plena formación: el sistema circulatorio, el corazón, el oído e, incluso, sus ojitos se están creando. ¡Es casi mágico! A lo largo de las siguientes semanas, se formará cada órgano.
Así, se cerrará el tubo neural en la espalda del bebé, comenzará a formarse el encéfalo y la médula espinal, los brazos, las piernas… Y el bebé adoptará la curvatura en forma de C tan típica de las fotos de embriones. La gran noticia de la semana 6 es que ¡el corazón empieza a latir! Te emocionará poder escucharlo.
Cada día que pasa, tu hijo se acerca un poco más al bebé que vas a tener en brazos. Se constituye el cerebro y su preciosa carita. Se forman las retinas, y los brazos y las piernas adquieren forma.
Semana 6 a 9: aparición de cabeza y dedos
En las 6 semanas, las características faciales de tu peque se siguen constituyendo.
En la semana 8, tu pequeño tiene ya nariz, orejas y labio superior. Seguramente, no puedes esperar a ver su carita en la ecografía. En este punto, el pequeño ya mide entre 11 y 14 milímetros. Es aún súper pequeño, tanto como una moneda.
No obstante, el crecimiento es rápido. En una semana, ganará varios milímetros, llegando a medir entre 16 y 18 mm desde la coronilla hasta los glúteos, y al final de la semana 9, ¡tendrá formados sus deditos de los pies! Imagínate cuando puedas jugar con él haciéndole cosquillas en los pies.
Semana 10 a 12: latido del corazón y definición del sexo
La semana 10 marca el cambio de embrión a feto y la aparición del cordón umbilical: ahora puede verse claramente. ¡Tu hijo recibe su alimento y oxígeno a través de él! Además, el pequeño continúa engordando y creciendo, y cada vez se asemeja más al bebé que tendrás en brazos.
Cerca del final del primer trimestre, en la semana 11, se forman los órganos sexuales del bebé. Si bien su sexo ya estaba determinado, es en este momento donde se hacen visibles. ¿Podrás verlo en la ecografía? Pero eso no es todo, aparecen también los brotes dentarios que estarán dentro de la encía hasta que llegue el momento de que salgan.
Si has escuchado que la frecuencia del latir del corazón del bebé varía en función del sexo, cuidado, no es verdad. A día de hoy no existe evidencia científica que lo confirme.
Al término del primer trimestre, los intestinos estarán totalmente formados y el pequeño ya parecerá un bebé como imaginas. Lo más curioso es que medirá alrededor de 61 milímetros y pesará alrededor de 14 gramos. ¡Piensa en todo lo que ha crecido desde ser una semillita minúscula!
La mamá durante el primer trimestre
Muchas mamás no tienen síntomas durante las primeras semanas del embarazo. De hecho, una mayoría no sienten absolutamente nada hasta notar la falta de la regla. Sin embargo, algunas madres experimentan alguna molestia como mayor sensibilidad en los pechos, mayor volumen en estos, pinchazos en el vientre y una esecial sensibilidad (incluso repulsión) hacia algunas comidas u olores.
Estos cambios se deben al aumento de la hormona coriónica que interrumpe el ciclo menstrual y desencadena una serie de procesos en el organismo que permitirán al bebé desarrollarse.
Por lo general, las mujeres que viven su segundo o tercer embarazo suelen percibir las señales con anterioridad, incluso en las semanas 5 o 6 del embarazo.
Las náuseas
Si bien algunas mujeres no las experimentan, lo cierto es que la gran mayoría sí. Las náuseas matutinas (vespertinas o que duran, incluso, todo el día) aparecen debido a la hormona gonadotropina coriónica humana, y los aumentos de progesterona y estrógeno.
Estas pueden aparecer desde la semana 5 hasta fines del tercer trimestre. Por lo general, desaparecen en la semana 13 aunque algunas mujeres las experimentan durante todo el embarazo. Pero no te asustes: suele ser una minoría.
Las náuseas pueden acarrear vómitos y, en este caso, es importante mantener una buena hidratación. Por otra parte, pueden desencadenarse ciertos por olores. Si detectas que la carne, el café o cualquier otro aroma te da náuseas, intenta evitarlos.
Lo ideal para sobrevivir a las náuseas es:
- Mantenerse bien hidratada: para ello, nada mejor que el agua. Algunas mujeres dicen que el agua con limón o la infusión de jengibre les ayuda.
- Descansar lo más posible.
- Comer poco y seguido.
- Consultar con el médico si tienes vómitos muy reiterados, ya que podría darte algo para las náuseas.
Fatiga
El primer trimestre se caracteriza por un cansancio extremo que hace que te duermas casi de pie. Esto es normal porque tu cuerpo está trabajando como nunca antes para permitir que tu hijo se desarrolle correctamente. Si puedes, ¡descansa!
Pechos sensibles
Los pechos suelen sentirse más voluminosos y sensibles, algo similar a lo que ocurre con el síndrome premenstrual. Sin dudas, el primer trimestre es el momento de comprar un nuevo sostén, cómodo y con buen apoyo.
Estreñimiento
Estar estreñida es habitual durante el primer trimestre del embarazo e, incluso, a lo largo de todo el embarazo. Consulta con tu médico al respecto para evitar que la presión al ir al baño pueda generar hemorroides con el correr del embarazo.
Aumento de peso
Durante el primer trimestre, el aumento de peso suele ser mínimo porque el bebé aún es pequeño y las náuseas matutinas suelen impedir que comas todo lo que deseas. Si tienes dudas sobre el peso saludable que deberías mantener durante el embarazo, habla con tu matrona.
Una montaña rusa de emociones
Lo adelantamos al inicio del artículo: es posible que sientas que las emociones te enloquecen: miedo, nerviosismo, felicidad… Todo se entremezcla y puede hacer que te sientas totalmente abrumada.
No te preocupes: es normal. Todo se debe a las hormonas que circulan en grandes dosis por tu cuerpo. Con el pasar de las semanas, todo se normalizará y volverás a sentirte tú misma.
Checklist del primer trimestre
- Antes de buscar el embarazo, visita al médico y comienza a ingerir ácido fólico.
- Hazte un test de embarazo casero.
- Pide la primera cita prenatal.
- Descansa e hidrátate.
- Investiga sobre el embarazo.
- Comienza a averiguar qué necesitarás para tu bebé: ¿alguien puede regalarte o prestarte algo? ¿Qué cosas son necesarias? ¿Dónde harás la lista de nacimiento? Investiga.
- Realiza la ecografía de translucencia nucal.
- Si tus pantalones se sientes apretados, compra tu primer pantalón de maternidad u opta por leggings.
- ¡Cuéntales la buena nueva a tus seres queridos!
El primer trimestre del embarazo es el inicio de una nueva aventura. ¡Disfrútala! Por supuesto, luego vienen el segundo y el tercero, ¿quieres descubrir más de ellos?