Sin duda alguna, al estar embarazada hay muchas cosas que ocupan tu mente a diario. Algunas son más de color de rosa, como la celebración del babyshower o la decoración de la habitación de tu bebé. Pero otras pueden ser más estresantes, como por ejemplo cuando te preguntas ¿qué pasaría si tu bebé decidiera llegar antes? Por eso, vamos a hablarte de los partos prematuros.
No debes preocuparte. Lo más posible es que esto no te ocurra; sin embargo, tener la información y conocer lo básico sobre los partos prematuros te permitirá reaccionar mejor llegado el caso. Mamá prevenida vale por dos.
¿Qué es un parto prematuro?
Seguramente sabes que un embarazo a término dura 40 semanas. Por lo tanto, partiendo de esa base, un nacimiento que se produce entre la semana 37 y la 42 sería un parto normal. Un parto después de la semana 42 sería un parto tardío.
Entonces, un parto prematuro, o pretérmino, es cuando el niño nace entre las 21 y las 37 semanas de gestación (1).
¿Por qué se produce?
Si bien la medicina obstétrica ha avanzado muchísimo en las últimas décadas, lamentablemente no hay una respuesta única y exacta ante la pregunta ¿qué causa un parto prematuro? De hecho, aproximadamente en la mitad de los casos no se pueden determinar las causas, pero sí hay determinados factores que pueden provocar partos prematuros.
Las causas más comunes son:
- Problemas de salud de la madre: anemias graves, infecciones urinarias, enfermedades tiroideas, renales, cardiacas, diabetes, obesidad al quedar embarazada.
- Alteraciones en el embarazo: eclampsia y preeclampsia.
- Partos prematuros en embarazos previos.
- Un embarazo anterior de 6 a 9 meses.
- Alteraciones en el útero: desprendimiento de placenta, placenta previa.
- Ser una madre menor de 17 años o mayor de 40.
- Estado emocional de la madre: estrés, depresión, maltrato.
- Estado físico de la madre: malnutrición, fumar, consumir alcohol o drogas.
- Embarazo múltiple.
- Alteraciones en el feto: malformaciones cardiacas o cromosómicas, infecciones intrauterinas.
- Exceso de ejercicio físico.
Como te comentábamos más arriba en este artículo, no hay factores únicos para todas las madres; por lo tanto, debes tener en cuenta que es posible que algunas mujeres tengan un parto prematuro sin ninguno de estos factores que hemos listado.
¿Cuáles son los signos de un parto prematuro?
Esto sí que es algo confuso: algunos de los síntomas son propios y naturales de un embarazo normal. Por lo tanto, y como te decimos siempre, los signos que te listaremos abajo son un común denominador. Tú, ante cualquier duda o sospecha de parto prematuro, deberás contactar inmediatamente con tu médico.
- Contracciones.
- Presión sobre el pubis, como si el bebé estuviera empujando hacia abajo.
- Dolor en la zona lumbar.
- Cólicos, como si se tuviera la menstruación.
- Dolor en el abdomen con o sin diarrea.
- Aumento de las secreciones vaginales y/o flujo vaginal pardo o sanguinolento.
- Sangrado vaginal.
- Rotura de la bolsa.
¿Siempre que haya un parto prematuro será por cesárea?
Usualmente, la respuesta es sí. Si bien las cesáreas son la mejor forma de resolver un parto prematuro, en algunos casos se puede producir un parto vaginal. En cualquiera de los dos casos, tu bebé deberá recibir una atención médica especial.
¿Qué complicaciones puede tener mi bebé al nacer por parto prematuro?
Las complicaciones dependerán de cada bebé en particular, teniendo en cuenta en cuál semana de prematuridad haya nacido.
Se suele hablar de dos tipos de prematuros: prematuros y grandes prematuros. Los primeros son aquellos con menos de 35 semanas de gestación, mientras que los grandes prematuros son por debajo de las 32 semanas o nacidos con un peso menor a 1.5 kg. Si bien todos deberán recibir atención médica especial, los grandes prematuros suelen pasar más tiempo internados, ya que son quienes tienen mayor riesgo de tener problemas en su desarrollo.
Los problemas más normales de un niño nacido en un parto prematuro son: nutricionales, el mantenimiento de la temperatura corporal, complicaciones respiratorias, inmadurez hepática, infecciones, lesiones hemorrágicas, enterocolitis necrotizante, retinopatía del prematuro y anemias.
Tuve un parto prematuro, ¿y ahora qué pasa?
Nada es igual en ningún tipo de parto. Pero en líneas generales, ante un parto prematuro lo que ocurrirá es que, para garantizar el mejor desarrollo de tu bebé, éste estará internado en la unidad de neonatología algunas semanas, donde lo ayudarán a sobreponerse y superar las problemáticas que te mencionábamos más arriba.
El tiempo de internación será proporcional a las semanas de anticipación con que se haya producido el parto prematuro y las características propias del bebé.
Durante la internación, podrás (deberás, de hecho) ir a visitar a tu bebé, practicar el piel con piel en cuanto el grupo médico te lo indique, procurar la lactancia materna, hablarle, cantarle, estar para tu bebé.
Parece terrible, pero no lo es. Estate segura de que, siempre que la evolución sea buena, en los centros médicos establecerán como criterio de alta el hecho de que el bebé no precise soporte de oxígeno y haya superado los dos kilogramos de peso. En ese momento, probablemente ya pueda ir a casa contigo.
¿Qué diferencia hay entre un bebé prematuro y un bebé de bajo peso?
Para no confundir estos términos, desde la fundación APREM (2) nos aclaran que un bebé con bajo peso puede haber nacido a término (como ya te comentamos arriba sería entre las 37 y 42 semanas), pero su peso ser menor al que le correspondería al compararle con bebés de su misma edad gestacional. Es decir que no es lo mismo un bebé prematuro que uno con bajo peso.
No queremos que te pongas nerviosa. Como sabes, consideramos que tener información es la mejor herramienta para poder enfrentar cualquier circunstancia adversa, como podría ser un parto prematuro. Ahora que te hemos contado todo sobre los partos prematuros, podrás estar en control de la situación y, en caso de que te tocase vivir uno, esperamos haberte ayudado a afrontarlo con más calma y seguridad.