Ha llegado el momento de comenzar a preparar la lista de nacimiento y no tienes ni idea de por dónde empezar. Finalmente, decides comenzar por la cuna que, al fin y al cabo, no puede ser una elección tan compleja… hasta que llegas a la tienda y ves la cantidad de modelos que existen. Tranquila, no ha pasado a todos los papis y, por eso, te contamos todo lo que hay que saber para elegir bien tu cuna.
La cuna es un objeto básico cuando llega un bebé. No obstante, puede resultar difícil determinar cuál es la mejor opción.
¿Qué debes tener en cuenta?
El primer paso es determinar qué esperas de la cuna: ¿deseas que el bebé duerma en su habitación desde el primer día o lo tendrás en tu habitación durante algunos meses? ¿Eres pro colecho?
La respuesta a estas preguntas te dará la primera pauta a la hora de mirar y comparar cunas. ¿Un consejo? Aún cuando creas que el colecho no es lo tuyo, si puedes, compra una cuna con esta opción. ¡Nunca se sabe lo que puede cambiar cuando llega el bebé! Te lo decimos por experiencia propia.
Por otra parte, debes tomar en cuenta el tiempo de vida útil que deseas que tenga la cuna y las funcionalidades que necesitas.
Las clases de cuna
Elegir una cuna sin conocer las diferencias que existen entre las distintas variedades es, verdaderamente, una misión imposible. Básicamente, hay dos grandes familias de cunas y, dentro de cada una, se presentan algunas variaciones.
Las minicunas
Se trata de una cuna en miniatura, como su nombre indica. Están pensadas para que el bebé se sienta arropado durante los primeros meses de vida. Debido a su tamaño, son perfectas si deseas tener a tu hijo en tu habitación, ya que se adaptan a cualquier espacio.
Sin embargo, ten en cuenta que su vida útil es corta. Dependiendo del tamaño de tu pequeño, pueden utilizarse hasta los 3 o 4 meses de vida del bebé. Luego, necesitarás una cuna normal.
Dentro de las minicunas, puedes encontrar los moisés clásicos, como el modelo Mio Cucco de Cambrass, y las minicunas de colecho, como la famosa Chicco Next2Me, que cuentan con alturas regulables, un lateral que puede abrirse y una serie de sujeciones para asegurar la minicuna a la cama de los padres.
Las cunas
La cuna estándar suele medir 60x120 centímetros y está recomendada hasta los 3 años de edad, aunque quizá sea recomendable que pases a tu hijo antes a la cama si comienza a saltar la barra (sí, hay algunos niños que lo hacen y con una agilidad increíble).
Dentro de las cunas, puedes encontrar:
- Cuna estándar: dependiendo el modelo, puede ser posible quitar un lateral para permitir que el bebé mayor entre y salga de la misma; es decir que se convertiría en una mini-cama.
- Cuna de colecho: puede adaptarse para asegurarla a la cama de los padres. Por lo general, uno de sus barrales puede retirarse para utilizarse como cuna-cama cuando el bebé es pequeño.
- Cuna convertible: puede utilizarse hasta la adolescencia, ya que se convierte en cama acompañando el crecimiento del bebé. Suelen ocupar mucho lugar y ser bastante caras.
- Cuna con cambiador: incorporan un cambiador que puede retirarse y utilizarse como cómoda cuando la cuna se transforme en cama.
Elegir bien tu cuna: seguridad
Más allá del diseño, lo más importante al momento de elegir tu cuna es prestar especial atención a que la que te gusta cumpla con la normativa de seguridad vigente.
En la actualidad, las cunas deben responder a los requisitos de seguridad UNE EN 716:96 que especifican:
- Una distancia entre barrotes de entre 4,5 y 6,5 centímetros.
- El uso de pintura y barniz libres de tóxicos, aprobados para muebles infantiles. Esto es vital porque antes de que te des cuenta tu hijo estará de pie mordisqueando su cunita.
- La cuna debe tener una profundidad de al menos 30 centímetros, cuando está colocada en la altura superior (para bebés recién nacidos).
- Existencia de un sistema de seguridad que impida la manipulación de la barandilla movible por parte del bebé. Súper necesario contra los pequeños escapistas.
- Acabados de calidad y redondeados para evitar lesiones.
- Colchón firme para evitar que se hunda bajo el peso del bebé.
- Si la cuna tiene ruedas, deben contar con sistema de frenado. No querrás que tu hijo salga de paseo sobre ruedas hasta que tenga permiso de conducir, ¿no?
Cómo elegir tu cuna ideal
Si la cuna que te gusta cumple con la normativa de seguridad, ¡perfecto! Estás un paso más cerca de elegir tu cuna ideal. Antes de entregar tu tarjeta de crédito o de incluir el modelo en tu lista de nacimiento, considera estas preguntas:
¿Quieres poder transportar a tu hijo dentro de tu casa?
Las posibilitan el traslado de la minicuna o de la cuna de una habitación a otra de la casa, además de facilitar la limpieza. Ten en cuenta que las ruedas deben contar con sistema de frenado.
¿Tienes espacio?
Otro punto a considerar es el lugar donde piensas colocar la cuna. Mide bien tu habitación y calcula si una cuna de dimensiones habituales (60x120 centímetros) cabe bien o si es preferible optar por una versión reducida.
De ser posible, te aconsejamos escoger una cuna, en lugar de una minicuna, porque así evitarás tener que comprar otro producto en poco tiempo.
¿Qué clase de cuna?
Te lo adelantamos al inicio de este artículo. Aún cuando creas que el colecho no es para ti, elegir una cuna de colecho aumenta tus posibilidades. ¿Por qué? Pues porque la misma puede utilizarse para colecho o cerrada, para uso tradicional. Así, tendrás dos posibilidades con un único artículo. ¿Puedes pedir algo más?
Sí, claro que sí. Si lo que buscas es la cuna ideal, opta por una que pueda utilizarse sin un lateral. Será la primera cama de tu hijo hasta que puedas pasarle a una cama de tamaño normal.
Una vez hayas adquirido la cuna de tus sueños, recuerda revisarla periódicamente para asegurarte de que no tiene desperfectos y no incluyas dentro de ella ni almohadones, ni juguetes ni peluches para evitar los riesgos de asfixia… Por otra parte, los niños mayores pueden utilizar esos artículos para trepar y «escapar» de la cuna.
Ahora que ya conocer todo lo que hay que saber para elegir bien tu cuna, ¡diviértete en tu búsqueda!