Si estás en proceso de buscar un embarazo, posiblemente hayas leído decenas de artículos, libros, blogs… has hablado con amigas, familiares, compañeras. Casi seguro, entonces, habrás oído mencionar, al menos alguna vez, la implantación del embrión y el sangrado de implantación. Por supuesto que, si además ya tienes unos días de atraso, estarás nerviosa, ansiosa, expectante… lo sabemos. Hemos estado en esa situación y, por eso, queremos ayudarte a entender esta primera etapa de tu embarazo, brindándote todas las respuestas sobre la implantación del embrión.
¿Qué es la implantación?
La implantación embrionaria es el proceso en el que el embrión (óvulo fertilizado) se implanta en el endometrio, se adhiere a él y, si este proceso se realiza con normalidad, es en ese momento cuando comienza la gestación.
Aunque es posible que el óvulo haya sido fertilizado más de una semana antes, es solo después de la implantación que tu cuerpo comienza a producir gonadotropina coriónica humana (hCG), la hormona que se detecta en las pruebas de embarazo (1).
¿Cuándo ocurre la implantación?
La implantación se produce en un momento concreto del ciclo menstrual, cuando el endometrio pasa del estado no receptivo a receptivo bajo la influencia hormonal y existe una sincronía entre embrión y endometrio. Al momento en que esto ocurre, se le da el nombre de ventana de implantación.
Generalmente, ocurre unos 5 días después de la fertilización, pero, por supuesto, cada cuerpo es diferente. En promedio, la implantación ocurre entre 8 y 10 días después de la ovulación, pero puede ocurrir desde los seis hasta los 12. Esto significa que para algunas mujeres, la implantación puede ocurrir alrededor del día 20 del ciclo, mientras que para otras puede ser hasta el día 26. Ésta es parte de la razón por la cual contar las semanas de embarazo puede resultar confuso.
Además, como señalan muchos especialistas, hay mujeres con la ventana de implantación desplazada, lo cual puede dar lugar a fallos de implantación y esterilidad.
¿Cuánto dura la implantación?
La implantación suele durar solo unos días. Una vez que esté completa y el embrión se adhiera correctamente dentro de la pared uterina, comenzará a producir hCG. Los niveles de progesterona de tu cuerpo también comenzarán a aumentar, nutriendo tu revestimiento uterino y evitando que comience tu período.
¿Se siente algo durante la implantación?
Para la mayoría de las mujeres, la implantación se siente como la nada misma y, por ello, tal como manifiesta Carmen Arnanz, redactora experta en Salud para Natalben (2): «la implantación embrionaria aún es uno de los mayores misterios del embarazo».
Sin embargo, algunas madres de nuestra comunidad, nos refirieron sentir algunos síntomas como calambres, manchados y dolor abdominal. Si tú no notas ningún síntoma de implantación, no debes alterarte. El hecho de que no sientas ningún síntoma no significa que no esté sucediendo.
¿Cuáles son los síntomas más comunes de la implantación?
Entonces, si algunas mujeres no sienten nada y otras sí, seguramente te preguntas: ¿cómo puedes tú saber si de hecho estás atravesando la implantación?
Te sugerimos tomar como referencia los síntomas (3) que la mayoría refiere, pero siempre recordándote que lo importante es no ponerte nerviosa y mantenerte positiva, ya que, como verás, muchos son casi iguales a los malestares asociados a tu período menstrual y otros los típicos malestares de cualquier embarazo durante el primer trimestre:
- Calambres de implantación. Algunas mujeres pueden notar algunos calambres leves justo en el momento en que se lleva a cabo la implantación, debidos al aumento de la progesterona que se produce durante la segunda mitad del ciclo.
- Sangrado de implantación. Definido como una pequeña cantidad de sangrado o manchado que puede ocurrir después de la concepción y unos días antes de tu ciclo menstrual. El sangrado de implantación es leve, se detiene por sí solo y no requiere tratamiento.
- Náuseas, vómitos y cambios en tu apetito o que repentinamente te sientas asqueada por los alimentos que antes amabas.
- Senos sensibles. A medida que cambian tus hormonas, puedes notar que tus senos comienzan a hincharse y se sienten mucho más sensibles de lo habitual.
- Estreñimiento e hinchazón. No te aflijas, no estás más gorda ni debes tomar laxantes, ¡estás «cocinando» a tu bebé! El aumento de sangre durante esta etapa, conlleva a sentirse hinchada y constipada.
- Fatiga. Si, lo sabemos, puedes tener más sueño de lo habitual y los bostezos transformarse en tu nueva carta de presentación.
- Dolores de cabeza. Otro efecto secundario del aumento del volumen de sangre durante el embarazo.
- Cambios de humor. ¿Te molestan incluso las cosas más pequeñas? Los cambios de humor son síntomas comunes durante la primera etapa del embarazo.
Derribando mitos. ¿Qué sucede si no noto el sangrado de implantación?
No te preocupes, es normal no sentir nada. Como ya te comentamos, muchas mujeres no tienen sangrado de implantación ni sienten ninguna molestia, o al menos no la asocian con este proceso, ya que los síntomas son similares a los premenstruales.
Ten en mente que solo entre un 25 y un 30% de las embarazadas tienen sangrado. Poco, ¿verdad? El sangrado se produce cuando el embrión se adhiere al endometrio y, para eso, rompe un poco los vasos capilares. No obstante, puede suceder que esta adherencia sea tan “suave” que no sangres.
Entonces: ¿estás o no embarazada? ¿Cuándo te debes haber un test de embarazo?
Sabemos que los nervios te comen, que deseas correr a la farmacia más próxima para adquirir tu test de embarazo. Pues bien, debes recordar que incluso las pruebas de embarazo más sensibles comenzarán a mostrar un resultado positivo alrededor de los 10 días después de la ovulación.
Para lograr un embarazo viable, es necesario que tanto la ovulación, como la fertilización y, por supuesto, la implantación trabajen en conjunto. Si bien cada proceso tiene su propia línea de tiempo, para cada mujer esta línea puede ser bien diferente. Por lo tanto, como siempre te decimos, aquello que es la norma para una embarazada puede ser diferente para otra.
Recuerda que, incluso después de que un embrión se implanta con éxito y comienza a producir hCG, todavía se necesitan algunos días para que la hormona alcance un nivel lo suficientemente alto como para ser detectado por una prueba de embarazo. En resumidas cuentas: no malgastes tu tiempo ni dinero, cuida tus nervios y mejor espera hasta el primer día de atraso de tu período para hacerte una prueba de embarazo en casa con el fin de obtener una lectura precisa.
Esperamos que la lectura de este artículo haya podido responder tus inquietudes sobre la implantación. Recuerda que la implantación embrionaria no se consigue en todos los ciclos menstruales, incluso habiendo mantenido relaciones sexuales sin protección durante los días fértiles. Es necesario que se cree el ambiente uterino adecuado, donde el endometrio y el embrión puedan interactuar. Ahora es el momento de ponerse a hacer los deberes y controlarte. Tu cuerpo es sabio: ¡escúchalo!