Cada día estás más cerca de conocer a tu bebé, de tenerlo en tus brazos, de poder olerlo, mimarlo y disfrutarlo. Pero, para que ese momento mágico llegue, deberás atravesar el parto.
En él, cada mujer experimenta situaciones únicas, como siempre decimos: cada embarazo es un mundo y, por lo tanto, cada parto también lo será. Sin embargo, las fases del parto para todas son las mismas y, en este artículo, vamos a contártelo todo sobre ellas, ya que conocer cómo se desarrolla el trabajo del parto puede ayudarte a afrontarlo con más serenidad.
¿Qué es el parto y cuándo se produce?
Nos parece muy interesante lo que dice este Doctor en un reciente artículo, en el que hace hincapié en que el parto no es cuando tu bebé llega a este mundo, sino que: “ suele comenzar aproximadamente en torno a 2 semanas antes o después de la fecha estimada. No se sabe exactamente qué hace que se inicie el parto. Hacia el final del embarazo (después de 36 semanas si no estamos hablando de un parto prematuro), el médico examina el cuello uterino para intentar predecir cuándo comenzará.“ (1).
Cabe remarcar que nunca será lo mismo un parto cuando eres primípara a cuando ya has alumbrado otras veces. Es decir, si bien las tres fases son las mismas, la velocidad e intensidad en que ocurrirán podrá verse diametralmente modificada.
¿Cuáles y cómo son las fases del parto?
Conviene saber que el parto se divide en tres fases:
- La dilatación. Se corresponde al inicio de las contracciones de parto, la dilatación del cuello del útero y el descenso de la cabeza del bebé por el canal del parto.
- El expulsivo. Es la parte final del parto.
- El alumbramiento. Corresponde a la salida de la placenta.
1ra fase: dilatación
En esta primera etapa, algunos de los síntomas que podrías percibir son dolor de espalda, dolor pélvico similar al de la menstruación, diarrea y sensación de calor en el abdomen. Posiblemente, pierdas el tapón mucoso, rompas aguas y comiences con contracciones más seguidas. Frente a todo esto, el secreto es mantener la calma.
En las películas nos da la impresión de que rompen aguas y, al instante, nace el bebé. Pues no, no es así. De hecho, pueden pasar muchas horas entre ambos sucesos. La dilatación es la fase más larga del parto. En un primer parto, puede durar de 8 hasta 12 horas o, incluso, más.
En pocas palabras, durante esta primera fase lo que ocurre es que las contracciones del útero son cada vez más frecuentes y duran más tiempo. Simultáneamente, la cabeza del bebé se encaja en la pelvis y empieza a descender hacia la vulva, lo cual se define técnicamente como descenso. Visto que el canal es estrecho, la cabeza pasa de forma justa y, por ello, es un proceso lento.
Si bien según el país los parámetros para determinar que el momento del parto ha llegado pueden variar, hay 3 puntos que siempre son tenidos en cuenta por todos:
1. Tiene que haber contracciones seguidas, al menos dos cada 10 minutos.
2. El cuello del útero tiene que estar dilatado, normalmente 3 cm o más.
3. El cuello del útero tiene que estar acortado, o como se suele denominar técnicamente “borrado”, al menos en un 50 % respecto a su longitud.
Durante esta etapa, puedes tomar una buena ducha, arreglar tus cosas, llamar a tu médico o matrona y acercarte a la institución donde hayas decidido dar a luz para que puedas ingresar, hacerte el control pertinente y ponerte la epidural en caso de que optes por ayuda farmacológica.
2da fase: expulsión
En esta segunda parte, las contracciones también serán protagonistas, pero serán más regulares, intensas y su duración oscilará entre 60 y 90 segundos.
Tal vez hayas oído historias sobre “accidentes” gástricos durante el parto. No debes asustarte ni avergonzarte, es muy normal y entendible. No le pasa a todas, pero sí a muchas mujeres. Como bien señalan desde el instituto Nacional de la Salud infantil y Desarrollo Humano, durante esta etapa, «puedes llegar a sentir presión en el recto a medida que la cabeza del bebé se mueva a través de la vagina. Puedes sentir la necesidad de empujar, como si tuvieras un movimiento intestinal. La cabeza del bebé comienza a mostrarse en la abertura vaginal (a esto se le llama coronación) y, posteriormente, el médico guía al bebé fuera de tu vagina». (2)
Cada madre en este momento puede experimentar sensaciones completamente opuestas. Mientras que algunas mujeres lo sienten como una etapa para recuperar energías dado que ya pueden empujar y tener una participación «más activa», otras están muy cansadas y abatidas por los dolores. Una vez más, nuestra recomendación es que mantengas la calma, pienses en positivo, respires y focalices que ¡en pocos minutos verás a tu bebé!
En líneas generarles, para un primer parto, la 2da fase tarda entre 30 y 60 minutos. No desesperes, no te frustres, apóyate en tu acompañante y prepárate para empujar con energía y convicción. Lo que es fundamental es que, en cada contracción, inspires profundamente, retengas la respiración y empujes dos o tres veces, descansando hasta la siguiente contracción.
Es posible que también hayas oído sobre las episiotomías. Bueno, es en esta fase que se practica esta incisión para favorecer el paso del bebé. Si bien es relativamente común que los médicos recurran a este procedimiento, en realidad el mismo no está aceptado por la Organización Mundial de la Salud. Te sugerimos que converses con tu matrona u obstetra con antelación y no temas porque sin dudas, ellos procederán contigo de la forma más sana y conveniente.
3era fase: alumbramiento
La tercera etapa del trabajo de parto ocurre después del nacimiento de tu bebé. Es el momento en que sacarás la placenta de tu cuerpo. Generalmente, dura entre 5 y 30 minutos.
Las contracciones seguirán presentes a medida que la placenta se separa de la pared uterina y tal vez tu médico te pida que empujes para ayudar con el proceso. Otra cosa que puede ocurrir es que apliquen presión o amasen tu abdomen para ayudar a desprenderla completamente.
Una vez más, cada mujer puede experimentar sensaciones diferentes: mientras que algunas apenas notan la sensación de expulsar la placenta, a otras les resulta doloroso.
Es posible que tengas escalofríos o temblores después de expulsar la placenta, lo cual es común y se considera normal. También, podrías necesitar algunos puntos de sutura posteriores al parto.
Fases del parto: y luego, ¿qué pasa?
Conocerás al verdadero amor de tu vida, ¡claro! Dueño/a de tu corazón para siempre. Pero en tu cuerpo… muchas cosas van a suceder. Un cambio hormonal considerable hará que la revolución interna se vea reflejada tanto en tu físico como en tus actitudes y estados de ánimo.
Los cambios más notorios del postparto pueden ocurrir sin que apenas los notes, porque estarás cansada y, al mismo tiempo, repleta de energía. Por ejemplo, decidas o no amamantar, la bajada de leche hinchará tus senos y es muy posible que tengas pérdidas indeseadas y que, en múltiples oportunidades, tengas que recurrir a cambios de ropa.
A nivel pareja, posiblemente la libido quede ausente por unos meses. No debes sentirte mal, con el tiempo todo vuelve a su curso. Ahora tu cuerpo está en “modo madre” y, por ello, es posible que sientas menos deseo que antes de dar a luz.
Te sugerimos que busques un grupo para poder criar a tu bebé “en tribu”. No siempre tus amigos de toda la vida estarán en la misma sintonía que tú y, por lo tanto, buscar otras mamás que están experimentando lo mismo, sin duda, te ayudará a reducir los temores, afrontar el parto, estar acompañada y poder disfrutar de la crianza de tu bebé durante un puerperio más llevadero.
Confiamos en que este artículo te ayudará a prepararte, ya que el conocimiento es poder y ahora que ya sabes todo sobre las fases del parto, estás empoderada para afrontar mejor y más tranquila el proceso.