¿Te sientes estresada y tienes miedo de que esta situación afecte a tu bebé? Respira hondo, te contamos todo lo que necesitas saber sobre el estrés durante el embarazo. ¿Estás lista?
¿Qué es el estrés?
En medicina, se define al estrés como la respuesta del cuerpo a una presión que puede ser emocional, mental o física. Esta situación genera una serie de cambios químicos en el organismo, que pueden visualizarse en el aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, así como en una mayor concentración del azúcar en sangre (1).
A nivel anímico, el estrés se manifiesta habitualmente como ansiedad, frustración y, en algunas personas, enfado o depresión.
El estrés durante el embarazo, o estrés perinatal, en grandes niveles y/o sostenido en el tiempo ha sido relacionado por los investigadores con trastornos psicopatológicos, enfermedades cardiovasculares e inmunológicas. Los estímulos estresantes causan un aumento del cortisol que puede llegar a afectar al feto (2). Por lo tanto, lo mejor si te sientes estresada, es consultar con el médico.
¿Es habitual el estrés durante el embarazo?
Lamentablemente, el estrés suele formar parte de nuestras vidas diarias. Los problemas de trabajo, llegar a fin de mes, estar siempre ocupados e interconectados, perder a un ser querido son algunas de las causas de esta sensación de opresión.
Si bien el embarazo es un oasis de felicidad, no siempre es posible separar la alegría por la llegada de un bebé del resto de lo que sucede en nuestras vidas. Además, los cambios habituales del embarazo sumado a los nervios por la cercanía de tener una vida enteramente a nuestro cargo pueden hacer mella en cualquiera, ¿verdad? Por este motivo, el estrés durante el embarazo es más común de lo que puedes imaginar.
Sabemos que vivir 100% libres de estrés es una utopía (pero ¡qué bonita utopía!). No obstante, es importante mantener los niveles de estrés lo más bajos posibles durante la gestación para evitar cualquier tipo de complicación.
Manifestaciones del estrés durante el embarazo
Como norma general, la presencia de estrés se puede observar en el organismo y, también, en el estado de ánimo y el humor de la persona que lo padece. Así que presta atención a estas manifestaciones para actuar si es necesario:
- Dolores de cabeza.
- Problemas digestivos, más allá de las clásicas náuseas y terribles vómitos de los primeros meses.
- Insomnio y problemas para dormir.
- Tensión arterial alta.
- Ansiedad.
- Ataques de pánico.
- Depresión.
Ahora bien, como puedes ver, varios de estos síntomas son difíciles de detectar durante el embarazo porque entre los problemas digestivos asociados se cuenta la acidez, un malestar muy habitual durante los últimos meses del embarazo. Lo mismo sucede con la ansiedad, ¿quién no está ansiosa cuando se acerca el parto?
Entonces, detectar el estrés durante el embarazo puede ser un poco complejo. ¿Cómo hacerlo? Presta atención a tus síntomas: si tienes más de dos, consulta con el médico. Lo mismo vale si estás pasando un momento sentimentalmente o laboralmente complicado: habla con tu especialista para que te aconseje, te acompañe y te controle.
Ten en cuenta que el estrés durante el embarazo puede generar problemas asociados a la tensión alta, como la preeclampsia, bajo peso al nacer o, incluso, parto prematuro (3).
Consejos para reducir el estrés durante el embarazo
Antes que nada, respira profundo: gran parte del estrés se produce por cosas que están fuera de tu alcance; es decir que no puedes manejar. Sin embargo, también es cierto que puedes tomar algunas medidas para reducir su impacto en tu embarazo, como las siguientes.
1. Concéntrate en lo importante
Muchas veces nos hacemos “mala sangre” por situaciones que nos entristecen, pero no nos afectan directamente, como los desastres naturales en otras partes del mundo. Durante el embarazo, evita informarte constantemente. Esto no significa que no leas el periódico o veas las noticias, sino que intentes minimizar el impacto de las informaciones negativas en tu vida. Enfócate mejor en todo lo bueno que te está sucediendo.
2. Abandona tareas
¿Todas las semanas llevas a cabo tareas obligatorias? Esos deberes son capaces de agotarte y generarte estrés. Durante la gestación, evita el exceso de tareas y lleva a cabo solo aquellas que sean estrictamente necesarias. ¡Tener tiempo libre te hará bien!
3. Medita
La meditación puede ayudarte a reencontrarte contigo misma y a bajar los niveles de ansiedad. Sin lugar a dudas, es una buena manera de mantener el estrés a raya.
4. Respira
Vale, sabemos que siempre respiras, pero hazlo de manera concentrada, disfrutando de cada inspiración y cada espiración. De esta manera, ganarás control sobre tus sentidos y recobrarás la paz interior. Además, puede ser una buena excusa para practicar las respiraciones profundas que sirven durante la dilatación en el momento del parto.
5. Céntrate
Hoy en día, está de moda ser multitarea, pero esto puede volvernos locos. Así que ¡enfócate a una tarea por vez! Y no intentes llevar a cabo mil tareas por día. Piensa en el punto dos: libérate de deberes.
6. Haz ejercicio
El ejercicio físico ayuda a liberar endorfinas y a sentirse bien con uno mismo. Por supuesto, consulta con tu obstetra sobre la posibilidad de practicar deporte y cuál es el más adecuado para ti. La natación y el yoga suelen ser dos buenas opciones para aliviar el estrés. ¿Otra buena idea? Salir a caminar cada día, ¿hay algo mejor que pasear?
En la mayoría de casos no cuenta como deporte, pero sí como ejercicio :-). El sexo es una magnífica forma de aliviar el estrés y sí, por supuesto que puedes practicarlo durante un embarazo normal.
7. Busca apoyo
Si el estrés ha entrado en tu vida, quizá necesites consultar con un especialista. Un psicólogo puede ayudarte brindándote herramientas para aliviarlo.
El estrés durante el embarazo es más común de lo que crees, pero no por eso es bueno para ti ni para tu hijo. Intenta mantener sus niveles al mínimo y, si no puedes, consulta con tu médico.