Epidural: ¿sí o no? Esa es la cuestión. Mucho se habla sobre la anestesia durante el parto y hay tantos defensores como detractores, pero más allá de las experiencias personales (que, al final, hay para todos los gustos), ¿qué dice la ciencia? Te contamos todo lo que necesitas saber para decidir sobre la epidural.
¿Qué es la epidural?
Seguramente, has oído hablar de la epidural. Si has realizado deporte y has tenido alguna lesión, quizás incluso te la hayas aplicado alguna vez. La epidural es un tipo de anestesia de uso muy extendido para aliviar los dolores de parto.
Este anestésico se inyecta en la parte baja de la columna y ayuda a bloquear los impulsos nerviosos generando una sensación de alivio y, a la vez, una disminución de la sensibilidad. Por este motivo, algunas mujeres sostienen que al ponerse la epidural “no sentían nada”, ni siquiera al empujar.
A pesar de este comentario, el objetivo del uso de la epidural no es bloquear totalmente el dolor ni entumecer a la parturienta, sino disminuir las molestias para aumentar el confort y mantener el estado de alerta.
¿Cuándo se aplica?
Esta respuesta no es absoluta porque depende del criterio de la matrona o el médico en cuestión. En líneas generales, no se administra antes de los tres o cuatro centímetros de dilatación con un 50% de borramiento del cuello del útero ni después de los 7 centímetros. Esto se debe a que una administración demasiado temprana podría ralentizar el proceso de parto, mientras que una aplicación tardía podría implicar, por un lado, riesgos a la hora de la colocación del bebé y, por otro, no ser eficaz, ya que requiere unos 15 minutos para hacer efecto.
¿De qué manera se administra la epidural?
El anestesista es la persona encargada de administrar la medicación. Para ello, te indicará exactamente la posición en la que debes colocarte. Habitualmente, solicitan a la embarazada que se siente en el borde de la cama, con las piernas colgando, y que arquee la espalda generando una curva hacia afuera. Luego, debe intentar mantenerse quieta hasta que finalice la aplicación.
El especialista desinfecta la zona baja de la columna, aplica anestesia local y cuando no se produce una contracción, inserta una aguja entre las vértebras para colocar un catéter por el cual se irán aplicando las dosis de anestesia.
Sensaciones que genera la epidural
Generalizar las sensaciones que produce esta anestesia no es fácil. De hecho, diríamos que es imposible, ya que cada mujer es diferente. Las mamás de HelloBB hemos puesto en común nuestras experiencias y nos hemos dado cuenta de que hay tantas posibilidades como mujeres.
Lo más normal es que tras la aplicación de la epidural, sientas las contracciones de una forma más suave. En algunos casos, puedes sentir pesadas las piernas o, incluso, tener una sensación de hormigueo. Algunas embarazadas no tienen sensación de dolor alguno y la matrona debe, incluso, avisarlas cuando comienza la contracción para poder empujar.
Lo ideal, en realidad, es que la dosis aplicada aplaque el dolor, pero aún así te permita sentir las contracciones para que tengas control de tu propio cuerpo. Durante el expulsivo, sentirás entonces el momento exacto en el que tu bebé presiona su cabeza contra tu vagina sin dolor (o con menos dolor) y serás consciente de cuándo empujar. Si esto no sucede, el médico deberá señalarte cuándo hacerlo.
5 ventajas de la epidural
Como todo, la epidural tiene ventajas y desventajas e, incluso, riesgos. Antes de decidir tu plan de parto es importante que tomes en cuenta todas las variables y, por supuesto, las comentes con tu médico de confianza.
Entre las principales ventajas de la epidural se encuentran las siguientes:
- Alivia el dolor, algo que puede resultar necesario sobre todo en aquellos partos de larga duración.
- Al utilizar un catéter, la anestesia puede administrarse durante todo el tiempo que sea necesario.
- La dosis adecuada de epidural debería permitirte estar alerta durante tu parto y sentir las contracciones e, incluso, el momento en el que nace tu hijo, pero sin el dolor que suele acompañar dicho momento.
- Saber que aplicar la epidural es una opción puede ayudar a calmar tus nervios. Se habla tanto sobre el dolor del parto que muchas mujeres llegan con pánico a la sala de partos. Contar con un mecanismo que lo pueda aliviar puede permitir que vivas ese día con mayor tranquilidad.
- Evita tener que recurrir a una anestesia rápida en caso de episiotomía, parto instrumentalizado o cesárea de emergencia.
Principales riesgos de la epidural
Muchas mujeres (muchísimas, millones) han dado a luz con la anestesia epidural en las últimas décadas. No obstante, su uso presenta algunos riesgos de los cuales debes ser consciente antes de tomar tu decisión.
- Aumento de partos instrumentalizados: una revisión científica publicada en Cochrane (1) señaló que parecería haber un aumento de los partos vaginales asistidos cuando las mujeres se someten a analgesia epidural.
- Mayor incidencia de fiebre materna durante el parto: otra investigación encontró que la anestesia epidural podría aumentar la incidencia de un estado febril en la madre durante el parto (2).
- Incremento de malestares en la madre: algunas embarazadas experimentan mareos y dificultad para respirar, así como también una reducción de la tensión y dolor de cabeza (3).
- Ralentización del parto: un estudio científico (4) señala que si bien no se conocen riesgos para la salud del bebé, sí se sabe que la anestesia llega al organismo del pequeño. Esto podría generar que el bebé tarde un poco más en moverse a la posición adecuada para nacer, ralentizándose así el proceso de dilatación y parto.
Como ves, la epidural tiene ventajas pero tambien algunos potenciales riesgos. Analiza toda esta información junto a tu pareja y tu médico de confianza antes de tomar una decisión.