Pocas cosas nos emocionan tanto a las futuras mamás durante la dulce espera como leer sobre el embarazo semana a semana. Si te pasa como a mí y a otras muchas mujeres, y no puedes esperar más para tener una visión general de todo lo que vivirás en el embarazo, continúa leyendo porque te contamos lo más importante de cada semana de la gestación.
Todas las semanas del embarazo explicadas
Hemos preparado para ti un pequeño resumen que te facilitará hacerte una día de los cambios en tu cuerpo y el crecimiento y desarrollo de tu hijo en tu vientre. Para no abrumarte con información, hemos escogido aquellos grandes hitos de cada semana. Por supuesto, siempre puedes seguir los enlaces para leer la información detallada de cada semana.
Semanas 1 y 2
Hablamos de ellas en conjunto porque, en realidad, aún no estás embarazada durante las dos primeras semanas del embarazo. Como lees, suena raro y al principio es complejo de comprender. Básicamente, se cuenta la fecha de tu última regla como inicio de la gestación, aunque la concepción se produce aproximadamente a mitad del ciclo; es decir, en la tercera semana del embarazo. Es un mero indicativo que permite calcular la fecha de parto estimada.
Semana 3
A mitad de tu ciclo, se libera un óvulo que recibe a un espermatozoide y, así, se forma el cigoto. Tu hijo ya está en camino, aunque todavía no lo sabes. El cigoto viaja hasta el útero y comienzan a multiplicarse las células, tomando el 50% del padre y el 50% de la madre. Como lees, no importa si luego es igualito a papá, ¡puedes estar segura de que la mitad de su ser fue definida por tu óvulo! En este punto, el bebé ya ha definido su sexo y todas sus características físicas.
Semana 4
Una vez en el útero, el cigoto anida en el endometrio. Es decir que se implanta para comenzar a desarrollarse y convertirse en el bebé con el que sueñas. En este punto, puedes notar una pequeña pérdida de sangre que no es la regla, sino el sangrado de implantación. Algunas mujeres confunden la hipersensibilidad emocional y de los senos, y las puntadas en el vientre con el síndrome premenstrual cuando, en realidad, es un bebé que está dando las primeras señales de su existencia.
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Semana 5
Muchas mujeres comienzan a experimentar las molestas náuseas en esta semana. Esto se debe a los cambios que el organismo está viviendo para permitirle a tu hijo que se desarrolle adecuadamente. Tu bebé es tan pequeño como un grano de pimienta; no obstante, tiene ya un corazón y un sistema circulatorio. Además, comienzan a formarse los órganos esenciales, los ojos, los oídos y su piel.
Si te haces un test de embarazo esta semana, ¡seguramente sea positivo!
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Semana 6
Si bien el corazón se forma durante la semana 5, es en la semana 6 cuando ¡comienza a latir! Asimismo, se forma el tubo neural, esto es el antecedente de la médula espinal y el encéfalo. En la ecografía de la semana 12, el médico corroborará que éste se haya cerrado correctamente.
Durante esta semana, la mayoría de las embarazadas descubren el embarazo. Algunas ya se han realizado el test, pero la hormona del embarazo aún no era tan alta como para ser detectada. En este punto, los niveles ya se han incrementado lo suficiente para que veas las dos rayitas que tanto esperas. Asimismo, las náuseas, los cambios de humor, la inflamación de pechos y el cansancio extremo suelen hacer acto de presencia.
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Semana 7
Poco a poco, la carita de tu bebé comienza a formarse. Durante la semana 7, pueden verse ya pequeñas extremidades y antecedentes que se convertirán en los ojos, la boca, la nariz y la orejas de tu hijo con el paso del tiempo. ¿Otro punto importante? El sistema nervioso está en plena formación.
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Semana 8
Los cambios se producen muy rápido. Si durante la séptima semana las extremidades estaban comenzando a formarse, ahora ya están completas y ¡es momento de que aparezcan los dedos! En cuanto a ti, si has tenido la suerte de no experimentar molestias hasta ahora, la octava semana suele ser el desencadenante de las náuseas para casi todas las mujeres, en mayor o menor medida.
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Semana 9
¿Imaginas el rostro de tu hijo? Pues ya está formado: su boca, sus párpados, su nariz y sus orejas están listas. A nivel interno, comienza a desarrollar sus órganos reproductivos, los intestinos y otros órganos vitales. Lo curioso es que si lo vieses en este momento pensarías que tiene 5 extremidades, ya que cuenta con una ¡cola! No te preocupes, luego se reducirá hasta desaparecer.
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Semana 10
Los principales órganos de tu hijo ya están formados y, por lo tanto, disminuye el riesgo de malformaciones. La cola que mencionábamos la semana anterior desaparecerá hacia el final de la semana 10. Asimismo, comienza el desarrollo de los dientes, de los cartílagos y de las neuronas.
Quizá, ya comiences a notar un pequeño bulto en tu tripita que es, aun, invisible para los demás. Si tienes muchas náuseas y vómitos, es posible que no hayas engordado. Pero si has ganado uno o dos kilos, ¡no te preocupes, es normal!
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Semana 11
Los riñones de tu hijo ya están en funcionamiento. En algunas semanas, comenzará a orinar y este líquido pasará a formar parte del líquido amniótico. Tu hijo abre ya su boca y bebe líquido amniótico para poner a prueba su recién estrenado sistema digestivo.
En cuanto a ti, poco a poco notarás que vas teniendo más energía y que las náuseas ya no son tan fuertes como antes.
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Semana 12
Llega el momento de conocer a tu bebé. En la semana 12, el médico te realizará la ecografía del primer trimestre donde analizará la translucencia nucal para determinar el riesgo de malformaciones y enfermedades y comprobará el desarrollo del bebé. En algunos casos, ya podrás saber si esperas un niño o una niña.
Por otra pare, te interesará saber que tu bebé está recubierto por el lanugo, un suave vello que lo protegerá hasta el nacimiento. La placenta ya está formada, aunque todavía no está 100% en funcionamiento.
En cuanto a ti, es posible que le digas adiós a las molestias digestivas y notes que tu bebé ya está dando señales de estar dentro de ti. No nos referimos a que sientas sus movimientos, sino a que quizá puedas observar que tu tripita está levemente hinchada.
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Semana 13
Los rasgos de tu hijo comienzan a pulirse. Los ojos y las orejas se mueven y en algunas semanas se encontrarán en el lugar definitivo. Además, tu bebé comienza a fabricar glóbulos rojos y el sistema inmunológico está en funcionamiento. Poco a poco, le pasarás anticuerpos que le protegerán tras el nacimiento. A nivel cerebral, ya pueden observarse los dos hemisferios, aunque falta mucho de su desarrollo.
Tu bebé ya se alimenta y recibe oxígeno a través de la placenta. Esta elimina, también, los desechos y genera estrógeno y progesterona, las hormonas necesarias para que el embarazo progrese correctamente.
Probablemente, ya no sientas más náuseas y tu energía vuelva a los niveles normales. Llegados al segundo trimestre del embarazo, es posible que sientas que tu ropa no te sienta como antes. ¿Has empezado a mirar la ropa premamá?
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Semana 14
Aparece, al fin, el cuello que separa la cabeza, aún de gran tamaño, del resto del cuerpo. La piel ya está presente; no obstante, es tan fina que parece transparente. En esta semana, inicia el desarrollo de los músculos y, por ende, tu hijo comenzará a realizar muecas.
Durante el cuarto mes de embarazo, ya deberías notar un poco de tripita. Asimismo, pueden aparecer nuevas molestias como el sangrado de encías o nariz, el estreñimiento, las ganas de orinar constantes y la sensación de nariz tapada. Todos estos síntomas son normales. Consulta con tu médico sobre cómo puedes aliviarlos.
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Semana 15
Los huesos de tu hijo están formados y comienzan a calcificarse, aunque no lo harán totalmente hasta después del nacimiento, ya que necesita la flexibilidad para pasar por el canal de parto. Sus articulaciones también están en desarrollo.
Es posible que sufras calambres durante la noche. Para prevenirlos, recuerda bebe suficiente agua y realizar ejercicio regular. Dormir sobre el lado izquierdo también puede contribuir a mejorar la circulación sanguínea.
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Semana 16
Las piernas y los brazos de tu hijo se han alargado, el cerebro comienza a trabajar y tu hijo va ganando coordinación al moverse dentro de tu vientre. Además, las muecas de tu hijo ya son múltiples: abre la boca, bosteza, frunce el ceño… Hacia fines de la semana alcanzará los 80 gramos y entre 11 y 12 centímetros de altura.
Entre esta semana y la 18, deberías religarte el análisis triple que en un análisis de sangre que mide los niveles de AFP (alfa-fetoproteína), hCG (gonadotropina coriónica) y estriol. Los resultados señalarán si el bebé tiene alguna anormalidad cromosómica o un defecto del tubo neural.
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Semana 17
El cuerpo de tu bebé comienza a redondearse esta semana debido al tejido adiposo. Se desarrolla el oído, así que es importante que no dudes en hablarle. A nivel externo, tu bebé está recubierto por el vérnix caseoso, una sustancia blanquecina que protege la piel de tu hijo.
En cuanto a ti, empezar a perder cintura en la semana 17 es totalmente normal. ¡Aprovecha para lucir tripita! Si sientes calambres en las manos o en las piernas, no te preocupes. Bebe mucha agua y consume la dosis diaria recomendada de potasio.
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Semana 18
Esta semana, tu hijo puede detectar la luz a través de tu vientre. Además, se finaliza el desarrollo de las cuerdas bocales y del corazón. Pero el gran hito de esta semana puede ser que ¡finalmente sientas sus movimientos! Muchas mujeres suelen sentir a su hijo por primera vez, como si fuese un aleteo de mariposas en el vientre, durante la semana 18.
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Semana 19
Tu bebé tiene ya el tamaño de un pomelo. Su cuerpo se ve cada vez más redondeado debido al tejido adiposo, tanto que ya puede empezar a tener ese tripita típica de recién nacido. Tu hijo pasa por etapas de actividad y de sueño, y puede mover sus extremidades a voluntad.
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Semana 20
Estás en la mitad del embarazo. Tu bebé mide cerca de 16 centímetros y pesa unos 300 gramos. Además, tiene desarrollados todos los principales órganos. Justamente, esto es lo que analizará el médico en la ecografía del segundo trimestre. La ecografía morfológica analiza la anatomía del bebé: el corazón, la columna, los riñones, el cerebro… El médico determinará tanto el tamaño y la posición de tu bebé como su desarrollo, el estado de la placenta, el líquido amniótico y el cordón umbilical.
En cuanto a ti, es posible que padezcas de estreñimiento y orines muy a menudo. Los calambres son un síntoma común, al igual que la retención de líquidos. Si te miras al espejo, quizá notes que te está apareciendo una línea negra en el vientre. La línea alba es una marca del embarazo que desaparece tras el parto.
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Semana 21
Cada vez se mueve más, y va ganando en fuerza. ¿Te ha dejado ya sin aire de un codazo o patada? En el caso de las niñas, la vagina está en plena formación. Los niños, por su parte, tienen testículos formados y estos van descendiendo al escroto.
Algunas mujeres experimentan la diástasis de rectos; es decir que los músculos abdominales, llamados rectos, se separan y, entonces, aparece un bulto alargado en el centro de la tripa. Consulta con tu médico al respecto. Si aún no lo estás haciendo, ponte crema hidratante para minimizar la aparición de estrías.
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Semana 22
No se producen mayores cambios en esta semana. Todos los órganos continúan su desarrollo. En cuanto a ti, probablemente comiences a sentir acidez después de comer. Intenta no recostarte tras las comidas para minimizar su aparición.
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Semana 23
La piel del bebé comienza a colorearse, al igual que su cabello y sus cejas. Por supuesto, continúa ganando fuerza y, poco a poco, sus movimientos son más notorios para ti. Por tu parte, la piel de tu tripa puede sentirse cada vez más tirante e, incluso, picar. Ponte crema hidratante para minimizar las molestias.
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Semana 24
El gran hito de esta semana es que tu hijo ha alcanzado la viabilidad fetal. Esto significa que si tu hijo naciese antes de término, sus pulmones podrían recibir una medicación para acelerar su maduración y respirar por sí mismo.
Los controles que el médico te realiza pueden indicar que estás anémica. Es una malestar común debido al enorme trabajo que hace tu organismo. Si te sientes cansada, débil o pálida, consulta con el médico. En cuanto a los estudios, tu médico puede ordenar que hagas el test de O’Sullivan que sirve para determinar el riesgo de padecer diabetes gestacional.
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Semana 25
Tu hijo ya tiene pestañas alrededor de sus ojos; no obstante, el iris aún no está coloreado. El reflujo tras la alimentación puede causarte acidez estomacal, esta molestia es muy normal a partir de la semana 25.
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Semana 26
El bebé ya puede responder a algunos estímulos. Por lo tanto, puedes sentir que se mueve al escuchar tu voz. Por tu parte, tus senos comienzan a elaborar el calostro, el primer alimento del bebé. El peso de la tripa puede causarte dolores de espalda y esto irá en aumento.
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Semana 27
A pesar de no respirar técnicamente dentro de tu vientre, el bebé practica los movimientos del diafragma. Asimismo, comienza a abrir y cerrar sus ojos. Mide unos 36 cm de largo. ¿Se te pone dura la tripa? A partir de la semana 27 es normal que comiences a experimentar las contracciones de Braxton Hicks.
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Semana 28
El cerebro del bebé tiene ya surcos y aumenta de peso… ¿Y qué pasa contigo? Tu tripa está cada vez más pesada, pudiendo generar dolores de espalda y, también, de pelvis. No te asustes.
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Semana 29
A esta altura de la gestación, tu hijo debería pesar más de un kilo. Poco a poco, se parece al bebé que tendrás en tus brazos, con sus redondeces y color rosado.
El aumento de peso se incrementa durante el último trimestre, siendo de aproximadamente medio kilo por semana. Esto puede incrementar las molestias corporales y, también, tu cansancio.
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Semana 30
Algunos bebés se dan vuelta, colocándose boca abajo en la semana 30. Si tu hijo no lo hizo, aún hay tiempo. Tu pequeño está tan grande, ya mide alrededor de 39 cm, que al patear puede incomodarte. Cambia de posición en este caso.
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Semana 31
Tu hijo está enteramente formado. A partir de ahora, solo queda que sus órganos continúen madurando y que él siga engordando y creciendo. Por tu parte, ten controlada tu retención de líquidos y si notas hinchazón de manos y rostro, consulta con tu médico.
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Semana 32
Tu bebé se ve, ya, como el pequeño que tendrás en tus brazos, aunque más pequeño y con rastros de lanugo y vérnix caseoso.
En cuanto a las molestias típicas de la embarazada, las hemorroides pueden aparecer. La picazón anal o la molestia al evacuar son síntomas de ellas. Consulta con tu médico.
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Semana 33
El cerebro de tu hijo continúa el desarrollo de sus neuronas y conexiones neuronales. Sigue también aumentando de peso. En cuanto a ti, la práctica de natación o yoga para embarazadas puede ayudarte a aliviar el dolor de ciática, tan habitual a partir de esta etapa del embarazo.
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Semana 34
Los pulmones de tu pequeño están terminando de madurar. Aún sería necesario que recibiese corticoides en el caso de un parto prematuro, pero ya casi está por pasar esta frontera.
Por tu parte, tu tripa está tan grande que presiona contra tus pulmones y puede generarte sofocos, sobre todo cuando caminas o realizas esfuerzos. Tómatelo con calma.
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Semana 35
Los pulmones se han desarrollado totalmente. Por este motivo, a partir de la semana 35, si se produjese un parto, la prematuridad se consideraría leve.
En cuanto a ti, si aún no has recibido la vacuna de la tos ferina y la del tétanos, es momento de ponértelas. En algunos casos, se recomienda también la vacuna de la gripe.
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Semana 36
La semana 36 es la última de la prematuridad. A partir de la próxima semana, tu hijo se considera a término.
Particularmente, tú no sentirás nuevos cambios. En los controles, el médico controlará si el cuello uterino comienza a adelgazar y si hay dilatación, el estado de la placenta, la cantidad de líquido amniótico y la posición del bebé.
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Semana 37
Tu bebé ya se considera a término, aunque nazca esta semana. A partir de ahora, engordará unos 12 gramos por día. Ya está cerca de los 2,9 kg y los 48 cm.
A partir de aquí, es posible que notes pequeñas manchas de sangre en la ropa interior o una sustancia mucosa (el famoso tapón mucoso). El parto se acerca.
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Semana 38
Tu hijo ya está listo para nacer. Aprovechará los días hasta el parto para engordar. En cuanto a ti, notarás peso sobre la pelvis a medida que el bebé baja, preparándose para nacer.
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Semana 39
No hay mucho más para decir. El parto puede producirse en cualquier momento. Tu hijo ya supera los 3,2 kilos.
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Semana 40
Casi lo tienes en brazos. Presta atención a la aparición de contracciones. Verifica el color de las aguas, si rompes bolsa. Y ante la presencia de sangrado, acude al médico.
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En algunos casos, el parto se produce terminada la semana 40 e, incluso, hasta la semana 42. Tu médico decidirá si estás en condiciones de esperar o si será necesario inducir el parto.