¿Te has enterado hace poco de que estás embarazada? Antes que nada ¡enhorabuena! Disfruta de cada instante de tu embarazo porque es un momento único. Aprovecha estos meses hasta el nacimiento de tu hijo para informarte y decidir cómo deseas criarle. Y entre esa información, descubre cuáles son las ecografías del embarazo, esas que sin duda te harán durante los próximos meses.
¿Cuándo se realizan las ecografías del embarazo?
La Seguridad Social Española brinda la posibilidad de realizar tres ecografías durante el embarazo, siempre hablando de gestaciones de bajo riesgo. Es decir que tu médico te hará una ecografía por trimestre.
No obstante, es cierto que muchas mujeres llegan al a primera ecografía ya habiéndose realizado otra. Esto es bastante habitual porque ¿quién puede esperar para ver si todo está bien y corroborar el embarazo si es posible pagar y saberlo al momento? Por supuesto, también puedes realizarte otras ecografías, como la 3D, pero la Seguridad Social no cubrirá estos estudios a menos que tu médico, por algún motivo, los considere necesarios.
La primera ecografía a las 12 semanas
La primera de las tres ecografías del embarazo cubiertas por la Seguridad Social se lleva a cabo sobre la semana 12. Esto no significa que solamente puedan llevarla a cabo durante esta semana, sino que se realiza en torno a las 12 semanas, ya sea en la semana 11, 12 o 13. Esta ecografía se conoce también como la ecografía de la translucencia nucal.
¿Cómo es la ecografía de las 12 semanas?
A las 12 semanas de embarazo, casi no tienes tripa (de hecho, nadie la notará más que tú) y tu bebé es muy pequeño. Es posible que te hagan una ecografía abdominal o una transvaginal.
Si se trata de una ecografía transvaginal, tu médico te pedirá que te desnudes la cintura para abajo. Luego, te recostarás en la camilla y colocarás las piernas en los estribos, como haces para las revisiones ginecológicas. Mientras tanto, el especialista preparará el ecógrafo colocando gel y un preservativo; tras pedirte que te relajes, lo introducirá en la vagina para poder observar a tu bebé. Si bien este estudio puede resultar un poco incómodo, no genera dolor.
¿Para qué se lleva a cabo?
La ecografía de las 12 semanas permite al médico corroborar el número de fetos presentes en la gestación y que se estén desarrollando como es esperado. Para tal fin, observará la presencia del saco vitelino, órgano que alimentará y oxigenará a tu hijo hasta que la placenta pueda relegarlo de sus funciones.
A fin de comprobar el estado de salud de tu bebé, el obstetra medirá el fémur. Esta medida se comparará con los promedios según sexo y edad gestacional para determinar si tu pequeño tiene el tamaño adecuado para sus semanas de vida. Por supuesto, también se realiza una medición completa del embrión desde la cabeza hasta el cóccix.
Una vez tomadas todas las medidas, el médico prestará especial atención a la translucencia nucal; es decir que verá cuánto líquido se encuentra en la zona posterior del cuello. Aunque parezca raro, determinar esto permite al médico determinar si existe riesgo de un problema cromosómico o no. Básicamente, cuando el espacio es más grueso de lo esperado, se infiere que podría existir riesgo de síndrome de Down y otros problemas genéticos. En dicha situación, el médico te explicará qué estudios llevar a cabo para descartar o corroborar el diagnóstico.
Tras esta medición, el médico centrará su atención en la formación de cada parte del cuerpo de tu bebé, así como también en el funcionamiento de las arterias uterinas. El cierre de la ecografía de las 12 semanas es escuchar el rápido latido del corazón de tu hijo. ¡Parece un caballo al galope!
La segunda ecografía a las 20 semanas
La segunda ecografía del embarazo se lleva a cabo unos dos meses después de la primera, sobre las 20 semanas. Como ya te hemos contado, esto no implica que te harán la ecografía el día que cumples 20 semanas sino alrededor de esa fecha. Por lo general, en este caso se realiza entre las semanas 20 y 22.
¿Cómo es la ecografía de las 20 semanas?
La segunda de las ecografías del embarazo es de las que siempre has soñado: tu tripa redonda expuesta, la sensación del gel que cae sobre tu piel, el médico moviendo el ecógrafo sobre tu vientre y tú apretando la mano de tu pareja.
¿Para qué se lleva a cabo?
La famosa ecografía morfológica tiene como objetivo comprobar que no existen problemas o malformaciones y que los movimientos respiratorios y musculares se llevan a cabo según lo esperado.
Como puedes imaginarte, se trata de una ecografía larga, bastante más larga que la primera, ya que aquí el médico analizará en detalle la morfología del bebé, tanto interna como externa. Es posible que en algunos momentos te pongas nerviosa mientras el doctor toma nota y compara con los datos promedio. Mantente tranquila: ya te informará de todo lo que deseas saber.
Ten en cuenta que esta evaluación va más allá del bebé. El especialista observa también la salud de la mamá (los ovarios y el útero), la cantidad de líquido amniótico, el cordón umbilical y la placenta.
Asimismo, es importante verificar la posición de tu bebé en tu tripa, el tamaño y composición de su espina dorsal y de la pared abdominal. Existen datos promedio sobre todo esto y el médico se encargará de tomar medidas y compararlas.
Una vez tomadas todas las mediciones, es momento de disfrutar: el médico te señalará cada parte del cuerpo de tu bebé, desde sus ojos y su nariz hasta los dedos de sus pies. Mirará el funcionamiento de sus órganos internos y el funcionamiento del corazón.
Poco a poco, el médico irá cubriendo cada pequeña porción del cuerpo de tu hijo. Mirará sus ojos, su nariz, su boca, sus manos y sus dedos; en fin, corroborará que la apariencia concuerde con la esperada para un bebé de 20 semanas de gestación.
Tras esta comprobación, pasará a estudiar el funcionamiento de sus órganos internos. Verificará el latido del corazón, el funcionamiento cerebral y de los pulmones, y observará atentamente el estómago, el esófago, los riñones y los intestinos.
La tercera ecografía a las 32 semanas
La última ecografía de la gestación se lleva a cabo en torno a las 32 semanas, aunque por supuesto puede haber variaciones de una o dos semanas.
¿Cómo es la ecografía de las 32 semanas?
Su procedimiento es igual al de la ecografía morfológica. También se lleva a cabo a través del vientre y se utiliza gel para que el ecógrafo pueda leer lo que sucede dentro de tu vientre.
¿Para qué se lleva a cabo?
La ecografía de las 32 semanas tiene como objetivo determinar el crecimiento del bebé. Por este motivo, el médico evaluará las medidas de tu pequeño y las comparará con las escalas de crecimiento. Medirá su cabeza, su fémur, el contorno abdominal… Y así te dará un dato aproximado del tamaño y el peso de tu hijo.
Por otra parte, es importante evaluar la cantidad de líquido amniótico que tienes en tu tripa, para asegurarse de que no hay escasez del mismo. También se controla el funcionamiento de la placenta. En caso de notarse escasez de líquido o una placenta envejecida, el médico deberá determinar cómo proceder.
Por último, el especialista observa la posición del bebé. En el último trimestre, el pequeño debe colocarse boca abajo, preparándose para nacer. Si está colocado de nalgas, aún tiene tiempo para darse la vuelta, pero tu obstetra controlará nuevamente su posición tras algunas semanas.
Estas son las 3 ecografías del embarazo incluidas en la atención médica de la Seguridad Social. No obstante, siempre puedes realizarte más ecografías en consulta privada, como por ejemplo la ecografía 3D que te permite ver una aproximación asombrosa del rostro de tu hijo.