La primera ecografía regular del embarazo puede generar toda clase de dudas. Es un momento importante, con una carga emocional grande y es normal que te sientas nerviosa.
Por eso, en este artículo te ayudamos a seguir las explicaciones que te dará tu ginecólogo y a comprender por qué son importantes las variables que observa. Por supuesto, si tienes dudas, nadie mejor que tu médico para resolverlas.
La ecografía de las 12 semanas explicada paso a paso
Si bien muchas mujeres llevan a cabo una ecografía previa a esta para corroborar el embarazo, lo cierto es que la ecografía de las 12 semanas se considera la primera ecografía “formal” y, de hecho, tiene una enorme importancia, ya que permite determinar el avance del embarazo y el desarrollo del bebé.
Asimismo, se trata de un hito para los padres porque, en muchos casos, es la primera vez que ven a su hij@ y escuchan su corazón. Es un momento intenso. ¡Recomendamos llevar pañuelo para las lagrimillas!
¿Cuándo se lleva a cabo?
Parece una pregunta tonta dado el nombre de la ecografía, pero no lo es. Si bien se la conoce como la ecografía de las 12 semanas, puede llevarse a cabo entre la semana 11 y la 13, según recomiende el médico.
¿De qué manera se realiza?
Seguramente has imaginado la primera vez que veas a tu hijo. Estarías recostada, cogiendo la mano de tu pareja, mientras el ginecólogo coloca un poco de gel sobre tu vientre. Te reirías por el frío y, luego, se haría la magia: verías a tu hijo y escucharías su corazón. Los ojos se te llenarían de lágrimas y tu pareja te besaría la cabeza. ¿A qué sí? Muy de película.
Hay dos tipos principales de ecografías fetales: las transabdominales y las transvaginales.
En las ecografías transabdominales, el médico desliza un transductor sobre tu abdomen después de aplicar un gel lubricante. El proceso es totalmente indoloro .
También existen las ecografías transvaginales. En ellas, deberás desnudarte de la cintura para abajo y recostarte en la camilla como cada vez que te realizas un control ginecológico.
El médico te solicitará que te acomodes bien al borde de la camilla y que apoyes las piernas en los estribos. Preparará el ecógrafo transvaginal con un preservativo y gel, y luego lo insertará en la vagina. Esta operación puede generar una leve incomodidad, pero no dolor, tranquila.
Lo habitual, en el Sistema Nacional de Salud español, es que la ecografía de las 12 semanas sea de tipo transabdominal.
¿Qué observa el médico?
La especialista prestará en primer lugar atención al saco vitelino. Recordemos que este alimenta a tu hijo y le oxigena, además de encargarse de eliminar los desechos metabólicos. Asimismo, funciona al comienzo del embarazo como sistema circulatorio del bebé hasta que se desarrolla este sistema de forma interna. Con el correr de las semanas, comienza a degenerar hasta atrofiarse cuando las funciones de oxigenación y alimentación son suplidas por la placenta.
En segundo lugar, tu ginecólogo comprobará el número de embriones presentes y si se corresponden con la etapa de la gestación esperada. Para ello, comprobará la medida del fémur. Esto puede sonar extraño, pero dicha medición le permite determinar si el desarrollo del embrión es el adecuado para su edad gestacional.
También medirá el embrión de forma completa, es decir del cráneo a la rabadilla (el extremo inferior de la columna vertebral que termina en el cóccix). La medida promedio suele estar alrededor de los 56 milímetros.
Llega entonces uno de los momentos más importantes de la ecografía de las 12 semanas: la medición de la translucencia nucal (1). En ese momento, se medirá el engrosamiento del pliegue de la nuca para evaluar si existe riesgo de síndrome de Down y otros problemas genéticos.
¿Te preguntas cómo puede saber esto tu médico? Pues bien, todos los fetos tienen líquido en la zona posterior del cuello; sin embargo, si existe más líquido de lo considerado normal, se observa un espacio más grueso que señala la posible existencia de un problema cromosómico. No te preocupes: tu ginecólogo te explicará todo al respecto.
Posteriormente, prestará atención a la formación del embrión. Si bien la ecografía morfológica que se realiza a las 20 semanas descarta malformaciones, en esta se presta atención a si existiese alguna observable.
Antes de terminar la ecografía, es importante que el médico compruebe el funcionamiento de las arterias uterinas y, por último, llega otro momento muy esperado: podrás escuchar el corazón de tu hijo.
Ese sonido te emocionará hasta las lágrimas y, al mismo tiempo, te sorprenderá porque late muchísimo más rápido de lo que puedes esperar.
¿Qué puedes ver en la ecografía de las 12 semanas?
Si te has realizado una ecografía antes de la semana 9, sabrás que es prácticamente imposible ver algo que no sean manchas. Suena mal, pero es cierto. Solo los ojos entrenados son capaces de distinguir algo.
Pues bien, a partir de las 12 semanas, tu hijo ya tiene su cabeza, su cuerpo y sus extremidades bastante definidas, aunque no luzca como el bebé que imaginas. Por lo tanto, podrás ver su cara con enormes ojos ubicados a los lados, sus brazos, sus piernas, su tripita y una cola.
Esperamos que la ecografía de las 12 semanas explicada te ayude a comprender mejor todo lo que lleva a cabo el médico y por qué. Si tienes dudas, consulta con el especialista. Nadie mejor que él para responder a tus preguntas.