Mucho se habla sobre el parto, incluso sobre la lactancia, pero ¿cómo se vive el postparto? Lo cierto es que este tema podría parecer un tabú. Muchas mujeres llegaros al postparto sin saber exactamente qué nos espera ni a nivel físico ni a nivel emocional.
Y eso no debería ser así. Habitualmente se define al postparto, o puerperio, como un proceso natural que engloba el momento después del parto hasta que el cuerpo de la mujer es capaz de revertir los cambios ocasionados por el embarazo. No obstante, el postparto incluye también la adaptación psicológica a la nueva situación y la aceptación de esa nueva persona que ha surgido tras el parto. Puede parecer raro leer esto, pero cuando lo vivas entenderás exactamente a qué nos referimos.
En este artículo nos encargaremos de brindarte algunos consejos para que puedas vivir un bonito postparto en casa, con todo lo necesario para estar cómoda y no tener que preocuparte por nada más que tu bebé y ti misma.
Cosas que te irán bien para el postparto en casa
Analicemos juntos qué te espera a nivel físico durante el puerperio para que, así, puedas crear una lista con todos los productos que te vendrán de perlas para sentirse más a gusto contigo misma y sobrellevar los malestares típicos tras el parto.
Medicación para el dolor
Tras el parto, el útero debe contraerse para volver a su tamaño normal. Piensa que ha llegado a sobrepasar por varios centímetros tu ombligo y ha desplazado a tus otros órganos. Por este motivo, después del nacimiento de tu hijo comenzarás a sentir los molestos calambres abdominales, que no son más que las contracciones uterinas necesarias para llevar a cabo esta enorme tarea.
Lo cierto es que los calambres son bastante molestos y, de hecho, en el hospital te ofrecerán medicación para aliviar el dolor. Cuando te den el alta, el médico te indicará qué calmante puedes continuar utilizando y con qué regularidad.
Compresas postparto
Algo de lo que mucho no se habla es del sangrado. En el postparto, vivirás un sangrado regular durante hasta 6 semanas (1). En un principio, es normal que elimines coágulos, pero poco a poco verás que el sangrado disminuye en cantidad y se va volviendo menos rojo hasta convertirse solamente en una secreción rosada, y posteriormente amarilla o blanca y desaparecer.
Para contener este sangrado es necesario optar por compresas postparto. Haznos caso: las compresas habituales para la regla no servirán de nada, al menos durante las primeras semanas.
Opta por compresas postparto grandes y de algodón para minimizar el riesgo de infección, además de que son más cómodas. Eso sí, si tienes puntos externos, presta atención a que no tengan una redecilla externa para evitar que, por accidente, algún punto se enganche; en estos casos, mejor elegir compresas con capas simples. Las compresas Indasec Postparto o las Maternity Postparto son dos buenas opciones.
Bragas postparto
Durante las semanas que dure el sangrado, no hay nada mejor que utilizar unas bragas especialmente diseñadas para este momento. Lo admitimos: no son bonitas ni te harán sentir guapa, pero son muy cómodas y, además, no te dará pena si se manchan.
Si bien es posible conseguir en el mercado bragas postparto de diferentes materiales, recomendamos las de malla, ya que brindan una mayor comodidad y, además, son lavables. Jané tiene unas bragas de malla elástica que te serán muy útiles.
Jabón neutro
Si has vivido un parto vaginal, es posible que tengas alguna molestia en esa zona debido, por ejemplo, a una episiotomía. Sea con sea, se suele recomendar utilizar un jabón con un pH neutro o jabón de glicerina para el cuidado de la zona genital.
Antiséptico y gasas
En el caso de una cesárea o una episiotomía, es posible que el médico te indique un antiséptico especial para limpiar la zona. Sigue sus indicaciones al pie de la letra para evitar infecciones.
Crema para las hemorroides
En algunos casos, al hacer fuerza durante el parto surgen las temidas y odiosas hemorroides. Más allá del tratamiento que te brinden en el hospital, seguramente debas ponerte una crema en casa. Recuerda solicitar al médico la receta para aliviar esta molestia cuanto antes.
Un cojín para sentarte
Este no es un imprescindible y, de hecho, puedes solicitarle a tu pareja que lo compre en el caso de llegar a necesitarlo. Algunas mujeres tras el parto tienen dolor al sentarte debido a la episiotomía o las hemorroides. Un cojín en forma de donut puede ayudarte a sobrellevar las primeras semanas.
Faja
Las abuelas suelen insistir con usar una faja tras el parto para “ponerlo todo en su lugar”. Lo cierto es que su uso genera bastante controversia y mientras algunos estudios señalan que podría ser beneficiosa tras una cesárea (2) para reducir el dolor, otros especialistas sostienen que podría incrementar el riesgo de prolapso del suelo pélvico (3).
Echa un vistazo al modelo de Chicco que asegura comprimir el vientre sin apretar, está disponible en tres tallas y elaborada en tejido transpirable. Por supuesto, antes de comprar una, consulta con tu médico.
Sujetador de lactancia
Esto es vital y presta atención: deberías comprar uno (o dos) de dos tallas más de lo que llevas al final del embarazo y dos de una talla más. Tras el parto, sube la leche y los pechos se inflaman. Es importante que tengas una buena sujeción, sin comprimir.
Busca sujetadores con tirantes anchos, preferentemente sin aros y con un espaldar ancho para mejor sujeción y mayor comodidad. Mira, por ejemplo, lo prácticos que son los sujetadores de lactancia de MitMatMama.
Discos absorbentes
Durante las primeras semanas, los pechos chorrean. Sí, es una realidad. Mojarás tus sujetadores, tu ropa y sentirás vergüenza (aunque no debieras porque nos pasa a todas y es normal)… a menos que estés preparada.
Compra discos de lactancia. En el mercado encontrarás almohadillas desechables y almohadillas de algodón biológico reutilizables. Lo ideal es combinar ambas, ya que las desechables, como los de Chicco, suelen tener una capa de plástico que protege mejor que las de únicamente algodón. Si quieres comprar también unas de buena calidad a buen precio que sean solamente de bambú ecológico, mira las de MomCozy.
Crema para los pezones
El pecho no está acostumbrado a la succión ni al roce continuo, sin decir que posible que tu bebé necesite práctica hasta que pueda mamar sin generarte dolor o incomodidad. La crema para pezones es un artículo que no puede faltar en tu botiquín postparto.
Por lo general, las mamás utilizan lanolina, ya que no es tóxica para el bebé y ayuda a los pezones agrietados a cicatrizar. La marca más extendida es Purelan de Medela.
Otra buena opción son las compresas MultiMam que alivian el dolor y, también, contribuyen a cicatrizar la piel dañada.
Ropa cómoda
Olvídate por un tiempo de los vaqueros ajustados, las camisetas de encaje y los tacones. Durante el puerperio lo más importante es que estés cómoda. Elige pantalones amplios, chándales, camisetas amplias, todo lo necesario para que tu cuerpo no se sienta presionado. Piensa que tu organismo ha hecho un enorme esfuerzo para crear desde cero una vida y ahora necesita cuidados para volver a su estado normal.
Si piensas amamantar, puede ser interesante que adquieras un camisón de lactancia para facilitar la tarea y si las temperaturas no acompañan, suma una bata.
Cojín de lactancia
Durante las primeras semanas, puede ser difícil lograr que el bebé se coja bien al pecho, además de que estarás viviendo diferentes malestares asociados a la vuelta a su tamaño de tu útero y a la subida de leche. Contar con un cojín de lactancia te dará un sostén extra para descansar un poco los brazos, asegurar al bebé y conseguir el mejor agarre posible del pecho.
Tienes muchísimas opciones para elegir. Un modelo popular es el Boppy, de Chicco, que brinda un buen sostén. También puedes optar por un cojín de gran tamaño que puedas utilizar durante el final del embarazo para dormir y durante la lactancia. Investiga y verás que hay opciones para todos los gustos y presupuestos.
Botella de agua
Es imposible describir lo sedienta que una madre puede llegar a estar mientras da de mamar. Una botella para tener en la mesilla de noche es un básico que no puedes dejar de comprar. Una botella de las que se usan para hacer deporte te irá de maravilla.
Vales por ayuda
Si algún familiar o amiga te pregunta qué puede regalarte, no lo dudes: un vale a cambio de ayuda puede ser un salvavidas para ti. Comida casera para calentar, una mañana de limpieza, cuidar al bebé mientras te duchas… son todas tareas que serán muy bienvenidas durante el postparto.
¿Te da vergüenza pedir ayuda? No debería. Tendríamos que tener una tribu a nuestro alrededor que cuidase de la mamá para que ella pueda cuidar al bebé. Igualmente, puedes solicitar también que te envíen comida a domicilio o que te hagan las compras. ¡Y mejor aún si la comida es saludable con muchas verduras y frutas!
Vivir el postparto en casa puede ser una montaña rusa de emociones. Estáte preparada con todo lo necesario para cuidarte físicamente y si notas que tu estado de ánimo es oscuro y que tienes pensamientos tristes de manera continuada, habla con tu pareja, con tu madre, con tu amiga o, mejor aún, con tu médico. El puerperio es duro y la depresión postparto puede hacer aparición. En esos casos, es necesario tratarla cuanto antes.