¿Has oído hablar alguna vez de las contracciones de Braxton Hicks? Son muchas las mujeres que, como yo, escucharon hablar de ellas durante el embarazo. Si este es tu caso, no puedes perderte nuestro artículo porque te contamos todo lo que hay que saber sobre las contracciones Braxton Hicks.
¿Qué son las contracciones Braxton Hicks?
Básicamente, las contracciones Braxton Hicks son las “contracciones de entrenamiento”. Como lees, tu cuerpo se prepara para el momento del parto y, para ello, genera unas contracciones “falsas” que, cerca de la fecha probable de parto, ayudarían a ablandar el cuello del útero.
Estas contracciones fueron nombradas en honor a John Braxton Hicks, el primer médico en documentarlas allá por 1872. Se notan como un endurecimiento del vientre, ya sea parcial o total y suelen durar unos momentos para luego desaparecer. No son dolorosas, aunque sí molestas.
Año tras año, son miles las mujeres que acuden al hospital creyendo que se acerca el momento del parto, incluso cuando aun faltan varias semanas para ello. Por este motivo, resulta imprescindible que aprendas a diferencias las contracciones verdaderas de las falsas.
¿Cuándo aparecen las contracciones Braxton Hicks?
Las contracciones de Braxton Hicks suelen aparecer pasada la mitad del embarazo; es decir, a partir de la semana 20. No obstante, ¡cada embarazo y cada mujer es un mundo! En general, se hacen notar más cerca del parto, aunque aquellas mamás que ya han estado embarazas pueden comenzar a sentirlas más temprano (aunque no antes de la semana 20).
Más allá de que las contracciones de Braxton Hicks son totalmente normales e, incluso, buenas para que tu cuerpo se prepare para el parto, hay algunas circunstancias que se cree que podrían influir en su aparición. Y remarcamos el “se cree” porque no hay datos científicos que avalen estas creencias.
Supuestamente, si no bebes suficiente agua, esto podría desencadenar las contracciones de Braxton Hicks, lo mismo que hacer ejercicio. Son muchas las mujeres que dicen sentir estas contracciones cuando realizan un movimiento brusco (¡me ha pasado!). Por este motivo, si practicar deporte, hazlo de forma moderada. ¡No te sobre-exijas!
Otro momento donde suelen atacar las contracciones de Braxton Hicks es tras el sexo. El orgasmo puede desencadenar que tu tripa se ponga dura. Pero tranquila: ¡a tu bebé no le pasa nada!
Finalmente, tener la vejiga llena podría desencadenarlas, al igual que padecer una infección urinaria. La explicación, honestamente, no está realmente clara así que quizás tu obstetra pueda aclararte el tema.
Diferencias entre las contracciones de parto y las contracciones Braxton Hicks
Como te comentamos anteriormente, es bastante normal que te pongas nerviosa las primeras veces que sientas las contracciones Braxton Hicks y cerca del final del embarazo, cualquier molestia nos pone en alerta creyendo que se trata del inicio del trabajo de parto.
Por este motivo, debes tener bien en claro las diferencias entre las contracciones “falsas” y las reales. Respira profundo porque vamos a ello.
Mientras que las contracciones Braxton Hicks son aleatorias e intermitentes, las contracciones de parto se mantienen en el tiempo y regularizan los intervalos entre una y otra, acortándolos a medida que se acerca el momento del nacimiento.
Si sientes un dolor en tu vientre, mira el reloj, cierra los ojos, llena tus pulmones de aire y déjalo salir lentamente. Mide cuánto dura, si la molestia se alivia al cambiar de posición y si aparece otra contracción. Si sientes alivio al moverte y no aparecen nuevas molestias, ¡es una Braxton Hicks!
En cambio, si notas una cierta regularidad en las contracciones (cada 30 minutos, cada 20 minutos…) y estas ocurren con mayor frecuencia e intensidad, ¡estás de parto!
En pocas palabras:
- Las contracciones Braxton Hicks no tienen regularidad alguna, las reales sí.
- Las contracciones falsas no aumentan en intensidad ni duelen, las reales sí.
- Las contracciones de entrenamiento suelen aliviarse al cambiar de posición, las reales no.
- Las Braxton Hicks duran entre 30 segundos y 60 segundos, las reales aumentan en duración.
Si las contracciones van acompañadas de la pérdida del tapón mucoso o la rotura de aguas, no lo dudes: ¡tu peque ya ha escogido nacer!
¿Cómo aliviar las contracciones falsas?
Si tienes habitualmente contracciones de Braxton Hicks, prueba cambiando de posición cuando sientas que la tripa se pone dura. Generalmente, esto ayuda a aliviar la tensión. También puedes probar bebiendo agua, sobre todo si no has bebido suficiente durante el día.
Por supuesto, descansar en el sofá o en la cama es siempre una buena idea, sobre todo si has realizado mucha actividad física. Por último, no te olvides de la respiración: las técnicas de respiración que te enseñan en el curso de preparación al parto te sirven también para aliviar las Braxton Hicks. Además, ¡las practicarás para tenerlas dominadas cuando llegue el momento de conocer a tu pequeño!
En resumen, las contracciones de Braxton Hicks son espasmos que tu cuerpo genera para entrenarse para el parto. Son totalmente normales, indoloras e irregulares. Si tienes alguna duda, consulta con tu médico.