La mayoría de las mujeres estamos acostumbradas a sufrir calambres como parte del síndrome premenstrual. Ahora bien, ¿sabías que también puedes tener calambres durante el embarazo? Te contamos cuándo, cómo se sienten, si son normales y cuándo mejor consultar con el médico.
¿Qué son los calambres durante el embarazo?
Los calambres, o cólicos, son pequeñas molestias o agudas punzadas que se suelen sentir en el abdomen o en la parte baja del mismo como resultado del estiramiento de los músculos y ligamentos abdominales.
¿Los calambres durante el embarazo son normales?
Claro que sí. Son molestos, para algunas mujeres más que para otras, pero suelen ser totalmente normales y no implican riesgo alguno para el bebé. En general, se tratan de cambios internos necesarios para que el pequeño pueda desarrollarse correctamente en el espacio adecuado para hacerlo.
No obstante, en algunos casos los calambres pueden ser síntoma de que algo no anda del todo bien. En estos casos, suelen ser muy agudos y no desaparecen. Veamos juntos las causas que producen los calambres.
Causas normales de los calambres durante el embarazo
Durante el primer trimestre del embarazo, los calambres son bastante habituales y es fácil comprender el porqué. Las primeras molestias se asocian a la implantación, aunque suelen ser bastante suaves.
Más adelante, se producen por el crecimiento del útero para que tu hijo tenga espacio. Al expandirse el útero, los músculos y los ligamentos se estiran y, por eso, cualquier movimiento puede desencadenar una punzada o calambre.
A partir del segundo trimestre, los calambres se asocian a los cambios en el ligamento redondo, el músculo que soporta al útero y que, obviamente, se estira a medida que tu tripa crece.
Además, existen algunas otras causas que pueden producir calambres durante el embarazo, como el estreñimiento, los gases, la inflamación e, incluso en algunos casos, las relaciones sexuales. Asimismo, la deshidratación puede generar la aparición de molestos calambres así que no lo dudes ¡y bebe mucha agua!
¿Cuándo consultar al médico?
Cuando los calambres generan un dolor sordo y agudo que no remite con el tiempo, se acompañan de sangrado, producen dolores en la vagina, mareos, diarrea o dolor en el cuello o hombro, es recomendable consultar cuanto antes al médico, ya podría indicar la presencia de problemáticas que requieren de tratamiento. Entre ellos destacan las siguientes:
- Embarazo ectópico: si el óvulo fecundado se implanta en la Trompa de Falopio en lugar de hacerlo en el útero, pueden presentarse calambres muy fuertes en un lado del abdomen. En este caso, acude al médico. Ten presente que si ya hiciste tu primera ecografía, no hay posibilidades de que tengas un embarazo ectópico.
- Riesgo de aborto: la presencia de calambres acompañados de sangrado indican el riesgo de perder el embarazo. Deberías acudir al médico rápidamente.
- Infección urinaria: los calambres durante el embarazo pueden relacionarse con la presencia de una infección del tracto urinario. En este caso, se acompañan de ardor al orinar.
¿Cuándo desaparecen los calambres durante el embarazo?
No hay respuesta mágica a esta pregunta porque depende de cada mujer y de la causa que los provoca. Por lo general, no suelen durar largos periodos de tiempo, sino que suelen ser molestias puntuales y de corta duración. A menos que padezcas del ligamento redondo, en cuyo caso el dolor puede extenderse en el tiempo.
Unos pocos consejos para aliviar los calambres durante el embarazo
La mayoría de las mujeres padecemos de los calambres del embarazo en algún momento de la gestación. Por eso, no está de más conocer algunas recomendaciones que pueden ayudarte a aliviar las molestias.
En caso de padecer cólicos o calambres durante el embarazo, la American Pregnancy Association aconseja (1):
- Cambiar de posición, sentarte si estás de pie, recostarte si estás sentada o moverte si has estado mucho tiempo quieta, puede ayudar a que el calambre termine más rápido, ya que muchas veces están ocasionados por la postura.
- Intentar relajarte: respira profundo, llena tus pulmones de aire y expira. Este simple ejercicio puede ayudarte a controlar el dolor y relajar los músculos y ligamentos que generan la molestia.
- Date un baño caliente: una ducha o un baño de inmersión caliente (pero sin exagerar, no sea cosa que te baje la tensión) puede ser lo que necesitas para sentirte mejor.
- Pon un cojín caliente sobre el lugar adolorido: el calor puede mejorar las molestias provocadas por los calambres.
- Bebe suficiente líquidos. Como te contamos, la deshidratación contribuye a producir calambres. Beber agua, infusiones y batidos puede ser una buena manera de evitar que aparezcan.
Mantén los calambres a raya con estos consejos y si las molestias son constantes, pide una visita con tu médico para corroborar que todo marche sobre ruedas. Además, nadie mejor que él podrá recomendarte cómo aliviar estos dolores.