Estás a un paso de terminar los dos meses de embarazo. A estas alturas, ya estarás convencida de que no es un sueño: ¡tu bebé está en camino! Es posible que las últimas semanas hayan sido un sube y baja de emociones, y esto aún no ha terminado. Las 8 semanas de embarazo son solo el comienzo de esta aventura.
El primer trimestre del embarazo está marcado por unos cambios hormonales tan fuertes que repercuten en tu cuerpo y, por supuesto, en tu mente. Es normal que tengas un estado de ánimo cambiante. Además, seamos sinceros: convertirse en mamá genera felicidad pero, también, muchos miedos. ¿A que sí?
Deja las náuseas de lado por un rato y acompáñanos a descubrir todos los cambios que tu bebé vivirá durante las 8 semanas de embarazo… y por supuesto, las que tú experimentarás.
8 semanas de embarazo: el bebé
Si durante la semana 7 no has tenido tu primera visita al médico, seguramente la tengas esta semana. Durante esta cita, te harán una ecografía para corroborar que tu bebé esté creciendo bien y para ¡escuchar los latidos de su corazón! Te maravillarás con ese sonido.
Además, si la cita es sobre fines de las 8 semanas de embarazo, tu bebé estará formando sus pequeños dedos de las manos y de los pies, e incluso comenzará a flexionar los codos y las muñecas. ¿Puedes imaginarlo? Es muy pequeño y ya empieza a moverse.
Si bien tu peque ya sabe si es niño o niña porque esto se ha determinado con la unión del óvulo con el espermatozoide, durante esta semana comenzarán a formarse sus genitales. En un primer momento, se ven como pequeñas protuberancias que pueden fácilmente confundirse. Por este motivo, hasta la semana 12 el médico no te dirá si esperas una niña o un niño.
Además, poco a poco sus ojos comenzarán a parecerse más y más a los ojitos que sueñas cada noche. En este momento, aparece el pigmento en la retina. ¡Sí, los ojos de tu bebé ya tienen color! Aunque probablemente el mismo varíe. ¿Sabías que algunos bebés nacen con los ojos claros y se les oscurecen durante los primeros meses?
A nivel interno, los intestinos continúan creciendo. Son tan pero tan largos que no tienen suficiente espacio dentro de tu hijo y sobresalen un poco por el cordón umbilical. Pero no te preocupes: hacia la semana 12, ocuparán su lugar definitivo.
Finalmente, como habrás notado, hemos mencionado al cordón umbilical. Hasta el momento, tu hijo se alimentaba del saco vitelino, pero su función está llegando a su fin. A partir de ahora, tu bebé requerirá cada vez más alimento y oxígeno y es por eso que la placenta comenzará a trabajar. A través de ella, el embrión comerá, beberá, respirará e, incluso, eliminará sus desechos.
Hacia fines de las 8 semanas de embarazo tu hijo habrá crecido notablemente, llegando a alcanzar los alrededor de 16-20 milímetros.
8 semanas de embarazo: la madre
No hay demasiados cambios con respecto a la semana anterior. Como ya te hemos comentado, si no has tenido aún la cita con el ginecólogo, seguramente la tengas esta semana.
Durante la misma, el médico realizará tu historia clínica, te pesará, te tomará la tensión y te prescribirá algunos estudios a llevar a cabo. Deberás realizar una analítica de sangre y orina completas para que el médico pueda determinar si cuentas con los anticuerpos del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), la hepatitis B y C, la sífilis y la rubeola.
Tras la revisión general, el médico te pedirá que te tumbes en posición de revisión ginecológica y procederá a realizar una ecografía para verificar el progreso del embarazo. ¡Podrás ver a tu hijo por primera vez y escuchar su tierno corazón!
En cuanto a los síntomas, las náuseas y los vómitos aún dicen presente y continuarán así durante las próximas semanas, más o menos hasta la semana 12 o 13. Asimismo, es probable que te sientas muy cansada y que tengas ganar de orinar más seguido de lo habitual; esto se debe al reajuste hormonal y también del mecanismo renal (el útero puede comenzar a comprimir la vejiga al aumentar de tamaño).
Quienes te vean aún no podrán notar tu embarazo, pero tranquila: en unas pocas semanas comenzarás a sentir que la cinturilla del pantalón te ajusta. ¿Quizá sea hora de empezar a mirar las tiendas de maternidad?
La sensación de hinchazón también es otro síntoma habitual a las 8 semanas de embarazo. Por lo general, se relaciona con el estreñimiento y los gases. Las hormonas hacen de las suyas y generan toda clase de molestias, incluidos los cambios de ánimo que te hacen sentir un poco loca (no lo estás, a todas nos pasa).
Incluye muchas verduras y frutas en tu dieta, y bebe suficiente agua para combatir el estreñimiento. Si ves que la molestia continúa, consulta con el médico. Este malestar debe mantenerse a raya para evitar la aparición de las molestas hemorroides a lo largo del embarazo.
Por último, algunas mujeres comienzan a sentir unas molestias en la pelvis que se relacionan con los estiramientos de los ligamentos. Tu cuerpo está haciendo espacio para tu hijo y esto te genera calambres similares a los menstruales. Si no tienes sangrado, no tienes de qué preocuparte a menos que aumenten de intensidad y sean continuos. En ese caso, consulta con el médico.
Checklist semana 8
- Pide cita para la ecografía de las 12 semanas donde el médico evaluará la translucencia bucal de tu pequeño.
- Realiza los análisis indicados por el médico.
- Tómate las vitaminas recetadas por el especialista.
- Evita el alcohol y el tabaco.
- Lleva una dieta saludable con alimentos ricos en fibra y evita los alimentos no pasteurizados y/o crudos.
- Descansa todo lo que puedas.
- No exijas demasiado a tu cuerpo.
- Bebe abundante agua.
- Si las náuseas, los vómitos o el estreñimiento te molestan, consulta con tu médico.
El segundo mes ha llegado a su fin. Aún tienes un largo camino por delante para acostumbrarte a la idea de ser mamá, preparar tu lista de nacimiento y enamorarte cada día más de tu bebé.
Si te lo perdiste, puedes leer aquí qué pasó en la semana 7 del embarazo. Si quieres saber qué pasará en la semana 9, echa un vistazo aquí.