Si bien muchas mujeres descubren su embarazo en la semana 5, es posible que ya con 4 semanas de embarazo empieces a experimentar algunos de los síntomas típicos que indican la concepción. No obstante, es posible que los confundas con el síndrome premenstrual.
¿Te gustaría descubrir qué pasa en tu cuerpo y cómo se desarrolla tu bebé en las 4 semanas de embarazo?
4 semanas de embarazo: el bebé
En este momento, tu hijo tiene solo dos semanas de vida. Ten en cuenta que las 4 semanas del embarazo se cuentan desde el primer día de tu última regla; es decir que durante las semanas 1 y 2 aún no estabas embarazada.
En la cuarta semana, tu hijo es un blastocito. Esto significa que es un conjunto de células que aún están en formación. Todavía no tiene la típica forma del embrión y, por eso, no se lo denomina de dicha manera.
Poco a poco, cada grupo de células comenzará a diferenciarse y a crear diferentes órganos y tejidos. Algunas formarán los músculos, otras los huesos, otras el sistema nervioso… Incluso, la capa externa del blastocito servirá para, más adelante, conformar la placenta que alimentará a tu hijo durante el embarazo.
Paralelamente, se forman dos estructuras de vital importancia para la vida y el desarrollo de tu bebé: el saco vitelino y el amnios. Este último comprende el líquido amniótico que va a proteger a tu peque durante su crecimiento, mientras que el primero alimentará al pequeño hasta que la placenta esté desarrollada y en funcionamiento.
Tras implantarse en el útero donde anidará durante 40 semanas, el blastocito envía la orden al cuerpo de generar gonadotropina coriónica (hCG), la famosa hormona del embarazo que se detecta en los test caseros y de sangre.
Por supuesto, el blastocito continuará su vertiginosa multiplicación y crecimiento, para transformarse en embrión en la semana 5.
4 semanas de embarazo: la madre
Entre la semana 4 y la 5, es probable que notes que tu regla está retrasada. Sin embargo, algunas molestias pueden llegar a engañarte y hacerte creer que tu periodo está al caer.
Lo cierto es que algunos de los primeros síntomas del embarazo son fácilmente confundibles con los de la regla: cansancio, dolor en el vientre, pechos sensibles, cambios de estados de ánimo. ¿Te suena?
Algunas mujeres comienzan ya a sentir asco frente a determinados aromas. La carne cruda, el café y el dentífrico son algunos de los detonantes más habituales. De hecho, determinadas mujeres experimentan las temidas náuseas desde este temprano momento del embarazo.
Si bien a nivel externo el embarazo es imperceptible, e incluso puede pasar desapercibido por la propia madre, a nivel interno el cuerpo está trabajando a toda velocidad para crear un espacio protegido para que el bebé crezca seguro, sano y fuerte.
El aumento de las hormonas y la aparición de la hormona del embarazo (hCG) ayudan a mantener la pared interna del útero, impidiendo la llegada de la regla. Pero, además, avisa a los ovarios que la concepción se ha producido y la implantación ha sido exitosa para que no continúen madurando y liberando óvulos cada mes.
La famosa implantación puede generar los calambres en el bajo vientre que se confunden con los calambres menstruales. Y, además, algo que puede generar confusión es la aparición de un leve sangrado que no es la regla sino el sangrado de implantación.
En este punto, tu bebé está en camino aunque todavía no lo sabes. No obstante, ¡estás cerca de descubrirlo! Cuando lo sepas, no podrás evitar mirarte al espejo aunque no notes nada diferente.
Tu bebé será un secreto de a tres por las próximas semanas. Disfruta este momento, acaricia tu tripa y, por supuesto, consulta con tu médico para llevar al día los controles del embarazo.
Checklist semana 4
- Realiza el test de embarazo casero.
- Solicita la primera cita de control del embarazo.
- Consulta con tu médico si necesitas comenzar a consumir vitaminas. Seguramente, te recomendará continuar con la ingesta de ácido fólico.
- No consumas alcohol ni tabaco.
- Descansa todo lo que puedas.
- Evita hacer sobreesfuerzos.
- Come saludable.
- Bebe agua.
- Si aparecen las náuseas, mantente hidratada, elimina de tu dieta o hábitos aquellos elementos que te generan malestar y come poco y seguido.
Las 4 semanas de embarazo suelen ser el punto de partida de una aventura que genera miedo y alegría a partes iguales. Atesora cada momento y a pesar del nerviosismo, intenta disfrutar de tu embarazo. ¡Enhorabuena! Tu bebé está en camino.
¿Quieres saber qué pasa en la siguiente semana de embarazo? Aquí tienes el próximo artículo.