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38 semanas de embarazo

¿No puedes más con la ansiedad? ¿Cualquier leve molestia te pone en alerta? Es normal que con 38 semanas de embarazo tengas unas ganas incontrolables de tener a tu bebé en brazos y que el nerviosismo gane protagonismo.

Solo un poquitín más y tu pequeño sueño será una realidad. Intenta relajarte lo máximo posible, respirar profundo cuando los nervios ataquen y disfrutar de las últimas semanas, días o, incluso, horas con tu bebé en tu vientre.

38 semanas de embarazo: el bebé

Durante las 38 semanas de embarazo, tu hijo puede nacer en cualquier momento. El bebé ya está preparado para vivir fuera de tu vientre, ¿lo imaginas? De hecho, el riesgo de complicación respiratoria al nacer es ínfimo (alrededor de un 3% en esta semana).

Estos días o semanas en tu vientre le sirven para engordar un poco más, además de para practicar los movimientos respiratorios. Asimismo, los pulmones comienzan a producir cortisona, una sustancia esencial para la respiración. Si pudieses verlo, verías que estos movimientos han aumentado. ¡El bebé se prepara para tomar su primera bocanada de aire!

Por otra parte, el tono muscular ya se ha desarrollado, aunque los miembros (brazos y piernas) continúan flexionados en esa posición típicamente fetal. En cuanto al cráneo, este ha alcanzado un diámetro de aproximadamente 10 centímetros, justamente el tamaño hasta el que dilatarás durante el parto.

Si recuerdas, tu hijo ha estado tragando líquido amniótico durante las últimas semanas en una preparación de su aparato digestivo. Así, pues, se han acumulado materiales de desecho en sus intestinos y estos formarán parte del meconio, la primera deposición del bebé tras el nacimiento que suelen ser de color negro verdoso.

La piel de tu hijo ya es lisa, muy suave y delicada. Está sonrosada gracias a la acción de los vasos capilares y puede tener aún alguna zona blanquecina debido a la presencia de los últimos vestigios de vérnix caseoso, una sustancia encargada de proteger la piel del bebé.

Las uñas y el cabello continúan creciendo. No te sorprendas si tu hijo tiene más pelo del que imaginabas y si es capaz de arañarte tan pronto nazca.

Cuando termines las 38 semanas de embarazo, tu hijo estará midiendo aproximadamente 49 centímetros, poco más poco menos, y pesando alrededor de 3 kilos.

38 semanas de embarazo

38 semanas de embarazo: la madre

A partir de las 38 semanas de embarazo es posible que el bebé esté encajado o comience a encajarse en la pelvis. Esto genera algunos cambios para la embarazada. Por un lado, produce una sensación de peso en la pelvis que puede resultar bastante rara e, incluso, un poco incómoda. Por otra parte, aumentan los deseos de orinar a cada rato. No obstante, la buena noticia es que al bajar el bebé, el estómago vuelve a tener un poco más de espacio y suelen mejorar algunos malestares como la acidez. Sin embargo, en algunos casos el bebé no se encaja hasta llegado el momento del parto.

Durante los eventuales exámenes médicos, el especialista comprobará la cantidad de líquido amniótico y el estado de la placenta para verificar que el bebé esté recibiendo correctamente oxígeno y alimentos. Además, una exploración permitirá detectar si hay dilatación y cuál es el grado de borramiento del cuello del útero.

En caso de detectar alguna irregularidad, se llevarían a cabo estudios exhaustivos y, en última instancia, se procedería a la cesárea.

Quienes han planificado una cesárea por cualquier motivo, probablemente la vivirán esta semana. Si es el caso, ¡prepárate!

Si en algún momento detectas un flujo rosado, respira profundo. Es posible que estés perdiendo el tapón mucoso, una acción que se produce cuando el parto se acerca. No obstante, ante la duda, siempre es mejor consultar al médico.

Otras situaciones que requieren una visita al médico son: pérdida de líquido amniótico, sangrado similar a una menstruación y disminución o carencia de movimientos fetales.

Por supuesto, estáte atenta a las contracciones. Si comienzas a tenerlas, recuerda verificar el tiempo existente entre ellas y cuánto dura cada una. Además, es bueno que lleves una nota mental sobre el aumento de intensidad. Tras una hora de contracciones regulares, conviene que contactes a tu ginecólogo o llames al hospital.

Checklist semana 38

  1. Ten la maleta lista y todo preparado para salir al hospital.
  2. Practica diariamente las técnicas de respiración que te han enseñado en el curso de preparación al parto. Te servirán muchísimo cuando lleguen las contracciones. Pídele a tu pareja que las practique contigo porque es posible que necesites su ayuda para concentrarte llegado el momento.
  3. Si aún no lo has hecho, investiga sobre las técnicas naturales para aliviar el dolor. Los masajes, la música, las técnicas de relajación y respiración, la visualización y el uso del agua pueden ayudarte a sobrellevar mejor las contracciones y el dolor típico del trabajo de parto.
  4. Habla con tu médico sobre la anestesia e infórmate sobre los riesgos y los beneficios de la anestesia epidural.
  5. Infórmate sobre la lactancia materna y la mejor manera de instaurarla después del parto. Por ejemplo, ¿sabías que los datos señalan que el porcentaje de éxito de la lactancia es superior cuando comienza dentro de la hora posterior al nacimiento?

Estás ya de 38 semanas de embarazo. ¿Se te ha pasado rápido? Tu bebé está cerca de nacer y eso genera un montón de sentimientos encontrados que van desde la euforia hasta el pánico. Tranquila, ¡lo harás fenomenal!

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