Ya estás en el tercer trimestre del embarazo, a punto de empezar las últimas diez semanas de la gestación. A veces, hablar de 29 semanas de embarazo genera un poco de miedo porque, de repente, el parto se ve a la vuelta de la esquina.
Tranquila, respira profundo. Aún falta bastante para que tu hijo esté listo para nacer, así que tienes tiempo para hacerte a la idea de que tu vida está a punto de cambiar. ¿Quieres descubrir qué pasa en tu cuerpo y el de tu hijo durante esta semana?
29 semanas de embarazo: el bebé
A las 29 semanas de embarazo, tu hijo ya parece el bebé que tendrás entre tus brazos. Tiene cejas, pestañas y el cabello crece cada vez más. Este suele ser bastante oscuro y aclararse durante los meses siguientes al nacimiento.
Aunque tú no puedas verle, tu hijo practica los movimientos oculares: sus ojos no paran de moverse e, incluso, ya puede abrir y cerrar sus párpados.
A nivel interno, los huesos ya se han desarrollado y adoptado una forma definida. No obstante, son bastante blandos y flexibles, lo suficiente para que tu bebé pase sin problemas por el canal de parto.
La piel de tu hijo, que hasta algunas semanas era casi transparente, se ve cada vez más sonrosada gracias al funcionamiento de los vasos capilares. Por otra parte, está recubierta por una sustancia de color blanco que se llama vérnix caseoso y que actúa como protección.
Si pudieses ver a tu bebé con una visión de rayos x que traspasase tu vientre, notarías que su cabeza aún es muy grande en relación con su cuerpo. A partir de las 29 semanas de embarazo esta situación comienza a revertirse. Tu hijo empezará a engordar y crecerá varios centímetros hasta que, en el noveno mes de embarazo, su vientre sea más ancho que su cabeza.
¿Has querido saber si esperas un niño o una niña? En el primer caso, los testículos continúan su descenso a través del abdomen hasta la bolsa escrotal.
Por supuesto, el aparato respiratorio continúa su maduración, aunque aún queda bastante por delante para que hijo pueda respirar al 100% por sí solo tras el parto. No obstante, si se produjese un parto prematuro, los médicos serían capaces de administrarle las medicaciones necesarias para ayudar a sus pulmones a terminar la maduración fuera de tu tripa.
Cuando cumplas las 29 semanas de embarazo, tu hijo medirá entre 37 y 38 centímetros de la cabeza a los pies y pesará alrededor de 1,3 kilos.
29 semanas de embarazo: la madre
El aumento de peso del tercer trimestre puede hacer que te sientas cada vez más torpe. De hecho, tu tripa alcanzará dimensiones que nunca imaginaste y es fácil que te lleves cosas por delante. No te preocupes: tu hijo no se lastimará si chocas tu vientre contra una silla, aunque por supuesto, lo ideal es tener cuidado.
Por lo general, las embarazadas aumentan alrededor de medio kilo por semana durante los últimos tres meses. Este aumento de peso puede hacer que te sientas cada vez más cansada y que hasta el mínimo trabajo corporal suponga un verdadero esfuerzo.
Intenta descansar siempre que sea necesario, lleva una vida más tranquila y si te falta el aire, relájate en una silla un momento. Asimismo, es importante que continúes realizando un poco de ejercicio si te sientes bien. Trata de no pasar todo el día sentada: es bueno que te levantes cada hora, andes un poco y, así, estires las piernas.
Si aún estás trabajando y debes pasar mucho tiempo de pie, busca opciones para hacer descansos regulares y evitar, de esta manera, las molestias en la espalda y la retención de líquidos.
Recuerda hidratar bien tu piel, a la altura del vientre, los pechos, los muslos y las caderas, cada día para prevenir la aparición de las estrías. Una vez que estas aparecen resulta casi imposible eliminarlas por completo.
¿Eres RH negativo? Si es así y aún no la has recibido, durante las 29 semanas de embarazo tu médico te colocará una inyección de gammaglobulina anti-D. Esta sustancia evita la anemia y la ictericia fetal. Consulta con tu médico al respecto.
Checklist semana 29
- Consulta con tu médico cuándo es tu próximo control y cada cuánto deberás ir a verle.
- ¿Tienes antojos? Disfrútalos, pero sin pasarte. Recuerda llevar una alimentación equilibrada y, de vez en cuando, permítete un capricho.
- Continúa realizando ejercicio físico moderado y adecuado al momento de tu gestación, si el médico te lo permite.
- Recuerda que si tienes calambres, debes estirar la pierna suavemente. Estos se previenen bebiendo abundante agua y comiendo alimentos ricos en potasio, como la banana.
- Si aún no has empezado las clases de preparación para el parto, va siendo hora de que averigües dónde puedes hacerlas ¡antes de que sea tarde!
- En caso de presentar molestias en la tripa o sentir que tus tobillos, muñecas y/o dedos están muy hinchados, acude al médico para asegurarte de que todo marcha con normalidad.
Las 29 semanas de embarazo señalan un cambio en la gestación: el parto se aproxima, tu hijo crece y engorda sin parar y todo esto repercute en tu organismo. Sentirse cansada es normal, así como también estar nerviosa y sentir algunos miedos. Habla con tu pareja al respecto. Buscar apoyo de amigas que ya sean madres o un grupo de maternidad también puede ayudar.
Si te lo perdiste, puedes leer qué pasó en la semana 28 del embarazo. Si quieres saber qué pasará en la semana 30, echa un vistazo aquí.